SUPRESIÓN DE BARRERAS
«Educar a una mujer es educar a la nación»
Después del ‘apartheid’. Ozo Ibeziaco, premio Harambee 2019 a la promoción de la Igualdad de la Mujer Africana, es una médica de origen nigeriano que desarrolla en Suráfrica el proyecto Art of Living que trabaja con niñas y jóvenes para ayudarlas a buscar su camino. De Alex ha salido Rethabile, que inicia su sueño de ser médica, como Ozo. .
Alexandra es una de las townships —ciudades barco— que surgieron durante la política del apartheid en Suráfrica. La población negra, privada de sus tierras por el régimen racista, emigraba a los suburbios de las ciudades como Johannesburgo en busca de un futuro.
Sin agua corriente, alumbrado ni asfaltado levantaron chabolas en las que alojarse. En menos de 10 metros cuadrados se alojaron familias enteras. Comían, cocinaban y dormían en el mismo espacio. Así surgieron muchas barriadas como Alex, cuya imagen superpoblada y destartalada contrasta con la del «vecino barrio rico».
«En los townships se asignaba un territorio a cada grupo étnico rodeado de alambradas como si fuera un campo de concentración, en el que tenían que vivir obligatoriamente». Ozo Ibeziaco llegó a esta barriada en 1994, poco después de la caída del apartheid. Con Nelson Mandela como presidente del país empezaron a trabajar con un grupo de mujeres en la reconstrucción del país.
El apartheid practicó el «divide y reinarás». Ahora se trataba de lo contrario: «Cada persona cuenta. «Mandela dijo que Suráfrica pertenece a todos, los blancos, los negros, los indios, los de color... Y quisimos ser parte de ese cambio», explicó ayer poco antes de compartir una comida solidaria (y muy leonesa) con el alumnado del colegio Peñacorada de León.
Ahora ya no hay alambradas, la gente puede vivir donde quiera. Pero la pobreza y la miseria todavía son una lacra en este suburbio en el que viven más de medio millón de personas. En Alex el desempleo alcanza al 55% de los jóvenes, más del 25% de las mujeres y el 15% de los hombres. La enseñanza en colegios públicos es gratuita, pero «muy pocos iban a estudiar por el clima de violencia en el que vivían. Les daba igual». El peligro de que cayeran «en conductas delictivas, en las drogas, la prostitución y la ociosidad» fue uno de los acicates para poner en marcha el proyecto Art of living o el arte de vivir.
Echó a andar en 2012 en un viejo y ruinoso edificio que donó un misionero irlandés. La misión es «ofrecer a las jóvenes la oportunidad de crecer como mujeres con dignidad». Con el tiempo este lugar se ha convertido en una referencia para otros puntos del barrio.
Art of Living se ha convertido «en un lugar donde las chicas descubren sus capacidades, su igualdad con los chicos, cómo enfocar su vida hacia el estudio, la formación y el trabajo», explica Ozo Ibeziaco. «Aprenden a hablar en público, a relacionarse», añade- De esta manera realizan cambios en sus vidas, en sus familias y en su entorno.
Las madres, que salen cada día a trabajar en busca del pan, notaban el cambio y nos decían: «Es más responsable, se empeña en sus estudios, se relaciona más con los familiares», explica.
Aquellas niñas que entraron en el proyecto con 8 o 9 años en el programa Path Finders —buscadoras de caminos— viven los dos últimos años de este periplo «con mucha intensidad». Descubren su vocación profesional, adecuada a sus capacidades, y se preparan para salir airosas en los exámenes.
Rethabile es una de las 500 niñas y madres que han pasado por el programa en este tiempo. Se crió con su abuela y ahora acaba de empezar su primer curso de medicina después de superar las pruebas con éxito. Ha entrado en una de las universidades más prestigiosas, la WitsWatersrand.
«El mayor desafío de una joven del barrio de Alexandra es llegar a la universidad», comenta. El centenar de voluntarios que han crecido en el barrio de Alexandra son mentores e inspiradores para estas jóvenes. «Son un ejemplo de ‘yo puedo y por eso tú puedes’», explica la impulsora de Art of Living. «Para empoderarlas y darlas confianza en sí mismas se realizan muchas actividades con chicas de otros colegios y se estimula en ellas el interés por las ciencias», explica.
También tienen un programa para las madres o cabezas de familias, que a veces son las abuelas o un hermano mayor, para que arraigue lo que han aprendido en un ambiente familiar más favorable.
Cuando se le pregunta a Ozo Ibeziaco por qué eligieron a las niñas para el programa Art of Living la respuesta es muy sencilla. «Si educas a una mujer, educas a la nación. Llevan a la comunidad sus capacidades como madres o mujeres fuertes y resistentes», apostilla.
Ozo Ibeziaco señala que las mujeres «estuvieron delante en la lucha contra el apartheid». El caso de Winnie Mandela es emblemático, comenta. «Las que más lucharon fueron las mujeres. Nelson Mandela estuvo 30 años en la cárcel», recuerda.
Esta médica nigeriana, que tiene sus raíces en la tribu ibo, fue a Suráfrica a hacer la especialidad en medicina de familia y se quedó. «Suráfrica me atrajo siempre por la lucha contra el apartheid», comenta. Y cuando llegó la época de la reconstrucción «me apunté para contribuir», afirma.
También trabaja con adolescentes, enfermos de sida, con los que lleva a cabo un tratamiento médico-psíquico para «ayudarles a aceptar y saber manejar su enfermedad de forma que les renueve las ganas de vivir».
Su labor al frente de Art of Living ha sido reconocida con el premio Harambee 2019 a la Promoción de la Igualdad y la Mujer Africana. Este premio, instituido por Harambee España y la marca de cosméticos Laurent Coupé lo recibirá de manos de Teresa de Borbón y Dos Sicilias, su presidenta de honor.
La asociación Tamaral de León realizará un festival musical a favor del proyecto Art of Living en el Auditorio de León el próximo 30 de marzo. Todos los fondos recaudados se destinarán a este proyecto de empoderamiento de las mujeres en el barrio de Alex.