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Publicado por
GARCÍA TRAPIELLO
León

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Un audio con voz femenina resonó en la tertulia: «Nosotros (sin añadir el nosotras que sería normativo en su caso), desde Libertad Animal Navarra, abogamos por el feminismo antiespecista para meter también a todos los animales, a todas las hembras animales que son maltratadas, violadas en mataderos, en granjas lácteas... entonces, creemos que... que tiene que ir de la mano el feminismo con el antiespecismo»... (punto redondo, lo dijo Blasa).

Antiespecismo... ¿anti qué?... al diccionario, Octavito: «Especismo: 1. Discriminación de los animales por considerarlos especies inferiores. 2. Creencia según la cual el ser humano es superior al resto de los animales y por ello puede utilizarlos en beneficio propio»... queda dicho: «aquí un antiespecista para servirle a Dios y a usted».

La peña quedó muda... hasta que Peláez opinó: «Hablando de granjas lácteas tiene toda la razón esa muchacha, porque el más insufrible colmo de insatisfacción sexual de todos los seres vivos que pueblan la Tierra lo tienen sin ningún género de dudas las vacas, qué pobres, les tocan las tetas todos los días y solo las llevan al toro una vez al año... y eso, antes, y solo si las tenían también aplicadas a traer terneros a su perro mundo, mondo cane, porque hoy la vaca lechera no llega a oler varón ni mucho menos a conocerle, así que una animalista navarra puede mejor que nadie hacerse una grave idea de la tortura infinita que ha de sentir por ello la hembra vacuna destinada solo a dar leche, la que aquel rimbombante poeta cursi llamaba «el blanco néctar de la consorte del toro», ya que las vacas y todos los animales «sienten» igual que nosotros, esto lo tienen clarísimo... «desde el lobo a la ladilla», añadiría tu hermano Andrés... aunque, pordiós, eso de violarlas ¿no es algo excesivo?, ¿qué insinúan que ocurre en los mataderos?, ¿quizá lo que deducíamos cuando nos decían que la pura lana virgen solo sale de las ovejas que corren más que el pastor?»...

Sócrates, que últimamente se nos instala en el silencio elecuente de Simón el Estilita, resumió: «Coces de burra amor son para el pollino».