CORNADA DE LOBO
Tranquilo, se rueda
Como esto no tiene pinta, ni mucho menos, de ser una campaña electoral de altura al tirar por la bajura de las emociones más elementales y lamentables... como hay mucho «ex» y mucho cebolleta sumándose al ruido con sus vehemencias o viejos fajines... como los partidos, más que nada, parecen haber reducido sus programas a un casting para escoger figuritas o renombres que recamen sus listas y tuits falaces para inundar las redes... y como no dejan de dar espectáculo y de dar que hablar, no será difícil que el lector llegue a la conclusión de que, efectivamente, esta no es una campaña electoral propiamente dicha, sino el rodaje de un reality que se emite en toda tele... y con todos los ingredientes del reality alborotado que perrea por captar audiencia: morbo, posturitas, autobombo, chismes, odios, estrategias, alianzas, mentiras... y algún antecedente penal que siempre aflora.
Entonces, tranquilos, solo se rueda, se graba, ¿no veis la cantidad de cámaras que lo inundan todo?... esto es un rodaje, cada cual trae su guión y esa sangre que alguno querría ver nunca llega al río, es solo mercromina y simulación; que no te vengan, pues, con que hay algo en el aire que vaticina hostias calibre 36; hoy este país vaguea hasta para sublevarse, eso en lo que siempre perdimos tanto. No. Todos tienen algo que perder, hasta el más tirado.
En fin, como en toda campaña, aquí hay teatro y visos de tragicomedia (aún estamos en la comedia) y va de burlarse del otro a pintarlo de vil acarreador de todos los males, así que alguna risa ya nos van dando. Y es que hoy, como nunca, los políticos acaban pareciéndose a sus caricaturas y la política imita a sus humoristas como la realidad a la ficción... normal que muy poco de lo que se oye o se ve sea una verdad desnuda o limpia... y lógico que a veces todo parezca una pura broma, sobre todo cuando la fatiga de campaña lleve al cantidato a confundir Pontevedra con Puertollano y cuando los sondeos adversos le pongan nerviosito arrancándole deslices, desbarres y excesos verbales con un neandertal al fondo.