Gana la de siempre

Ni sondeos ni chiflos ni politólogos ni gaitas. Tan fiables como el Cis pueden ser los augurios de nuestra profetisa de Matueca siempre que el anís no le nuble la entendedera ni se le haga trapo la lengua. Ganarán los vuestros, nos dijo; en unas elecciones nadie pierde, eso os dirán esa noche. A tanto tino replicamos con una sonrisita burlona que segó de cuajo al asegurar cuál sería el voto de cada uno: tú votarás a Ciudadanos, le dijo a Peláez, que no escarmientas; tú, mirando a Octavito, a Podemos, que te encanta despilfarrar; y tú, le indicó a Sócrates, votarás socialista tapándote los ojos y no la nariz porque el olfato hace tiempo que ya no te furrula.

Ninguno de los tres dijo ni pío, pero al decirle «ya, ¿y yo?», me miró con lástima y desdén: ¿tú?, se te nota de lejos que no has votado en tu vida y tampoco lo harás ahora, aunque no sabría decirte si es soberbia cretina, vagancia crónica o inflapollez. Y entonces los mudos fuimos cuatro: mi cara y la de Peláez eran de desnudados; la de Octavito era un sonrojo; y solo Sócrates mantuvo su sonrisa cínica porque su voto fue público y confeso en una tribuna que publicó en la prensa nacional hace una semana argumentando que no se trata de un voto a favor de nadie, sino en contra de los que llegan arremangándose para tapar bocas con estopa y cerrar teles, lo que nos llevó a pensar que había mordido el anzuelo del miedo, algo impropio en el profesor.

Ya, pero ¿quién ganará el domingo, quién gobernará después?, le urgimos a precisar; y la profetisa, terca: ¿ganar?... aquí todos perderán, empezando por la vegüenza y acabando por soleares y dijediegos... preparaos para lo peor, no se alcanzarán pactos ni para trabar mayorías trifásicas, así que tras dos inútiles meses negociando por negociar habrá que convocar nuevas elecciones... ya le iréis cogiendo el gusto... esto es lo que dicen las cartas... y no olvidéis cuánto se parece la política y la gobernación a un casino donde acaban perdiendo todos, lo normal, y solo la banca gana... los dueños del dinero jamás pierden unas elecciones... ¿os quedó claro?...