Lo último en anatomía patológica
Micros Veterinaria está especializado en el diagnóstico de enfermedades en animales.
A. gil | león
Beatriz Martínez, María Gracia de Garnica, Esther López y Jorge González forman el equipo de Micros Veterinaria, un laboratorio de anatomía patológica veterinaria que está especializado en el diagnóstico de múltiples enfermedades en mascotas y animales de producción. Su herramienta principal es el estudio de biopsias y necropsias y cuenta, además, con un departamento de investigación para realizar estudios histopatológicos.
Micros Veterinaria cuenta con un certificado de Buenas Prácticas de Laboratorio (BPL), que asegura que sus estudios se llevan a cabo bajo estándares de trabajo consistentes y de confianza, logrando datos íntegros y de calidad
Micros Veterinaria comenzó su actividad en 2012, si bien su equipo ya contaba con una amplia experiencia previa en este campo.
Este laboratorio se basa exclusivamente en el diagnóstico a través de la anatomía patológica, «lo que nos permite diagnosticar un amplio rango de enfermedades: infecciosas, parasitarias, problemas nutricionales, tóxicos, genéticos o neoplastias, entre otros», explica Beatriz Martínez.
Su trabajo ofrece este servicio fundamentalmente a otros profesionales veterinarios de diferentes campos, como pueden ser de mascotas, animales de producción o empresas de alimentación animal.
Aunque una parte importante de la labor de Micros Veterinaria se realiza en los distintos despachos, que cuentan con microscopios y cámaras adaptadas para ellos, el procesado de las muestras se lleva a cabo en un laboratorio de la Universidad de León, gracias a un convenio de colaboración entre ambas que les permite contar con equipamientos específico para los tipos de análisis que realizan. De hecho, el trato con la Universidad de León es muy estrecho, pues además de suscribir un convenio marco de colaboración como empresa asociada a la ULE, tienen otros acuerdos específicos para poder usar algunas de sus instalaciones y para poder recibir un importante apoyo en forma de transferencia de conocimiento.
«La parte más motivadora y más emocionante de nuestro trabajo es la necesidad continua de estar aprendiendo y poder ver cosas nuevas prácticamente todos los días», apunta Beatriz Martínez. Según explica, la variedad de patologías y casos con los que se encuentran es «muy alta», gracias a que reciben muestras y casos de diferentes puntos de España, lo que les permite encontrarse continuamente con enfermedades poco frecuentes, casos curiosos y patologías atípicas. Esta circunstancia les obliga «a estar siempre revisando, aprendiendo y formándonos en nuestra especialidad».
Las tecnologías de la información tienen un papel relevante en Micros Veterinaria, sobre todo en la comunicación con sus clientes, pues le permite ofrecer un servicio más rápido y ágil, así como mejorar su propia promoción y aplicar nuevas técnicas y procedimientos.