Diario de León

SOLIDARIDAD

Geomática del Bierzo para agua del Congo

Personal de la ULE coopera con mapas y cálculos de nivel para dotar con fuentes a un poblado Evitará que mujeres y niñas carguen con pesos desde un manantial lejano e insalubre.

El manantial del poblado. LUIS DE LA MATA

El manantial del poblado. LUIS DE LA MATA

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ANA GAITERO | LEÓN
León

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En Kilela Balanda, un poblado de la República Democrática del Congo, las mujeres y las niñas caminan entre cinco y seis veces diarias a un manantial situado a un kilómetro de sus casas y con difícil acceso para recoger y cargar con el agua necesaria para beber, cocinar, limpiar y su higiene personal. Además, las condiciones de salubridad del agua, a menudo, están en riesgo por la malaria.

Para mejorar las condiciones del agua del manantial y acercarla a la población, el misionero berciano Florentino García, en nombre de Cáritas Diocesana de Astorga y con el apoyo económico del Ayuntamiento de Ponferrada, ha puesto en marcha un proyecto para elevar el agua del manantial mediante bombas que funcionan con energía solar y abrir cuatro fuentes en el pueblo.

Este proyecto de cooperación, valorado en 34.000 euros, tiene una singularidad más allá del dinero. Hoy se expone (16.00 horas Facultad de Educación) en el I Congreso Universitario de Cooperación Internacional al Desarrollo que organiza la Universidad de León la experiencia de la aplicación de una especialidad de la titulación de Topografía, la Geomática, para sacar adelante un proyecto de ayuda al desarrollo. Esta ciencia ‘nueva’ se ocupa de representar toda o parte de la superficie de la tierra sobre planos digitales o de papel.

El profesor José Ramón Rodríguez Pérez y un alumno, Daniel Merino Maldonado, han aportado la cartografía, los cálculos de la pendiente e incluso del coste de la tubería para encauzar el agua desde el manantial hasta las cuatro fuentes en las que la población podrá recoger el agua de forma más fácil y segura.

«Ha sido una colaboración muy valiosa. Nos han sacado los niveles del terreno a través de la Geomática para poder instalar todas las fuentes y que funcionen», señala el misionero. «Si no hacen bien los cálculos podría darse el caso de que funcione una y no el resto», explicó.

El proyecto se empezó en octubre de 2018 y se espera finalizar en septiembre de este año, antes de que llegue la época de las lluvias que es cuando las cosas se complican más y hay más problemas de infecciones por los mosquitos de la malaria.

Las cuatro fuentes beneficiarán a 3.500 personas cuya renta per cápita es de 31 centímos al día. Aparte de la cartografía y de los cálculos de nivel del terreno, los especialistas en Geomática aportaron el dibujo de una fuente tipo que se incorporó a la documentación que avala la subvención del proyecto.

«Lo que queremos mostrar hoy en el congreso es que con una experiencia muy sencilla se puede colaborar de alguna manera con proyectos de cooperación que son muy importantes para las poblaciones que los reciben», explica José Ramón Rodríguez Pérez, vicerrector del campus de Ponferrada de la ULE y profesor de Tecnología Minera, Topografía y Estructuras, así como de Ingeniería Cartográfica, Geodésica y Fotogrametría.

El misionero Florentino García estuvo 13 años en la zona y desde hace 20, Cáritas Diocesana de Astorga desarrolla un proyecto integral de cooperación que incluye otra colaboración de personal de la ULE, en concreto de Veterinaria, para la mejora de las cabras y que cuenta con financiación de Manos Unidas. «Se trata de que un pueblo que fue cazador se convierta en ganadero con la mejora de la raza caprina», explica García. Además, tienen otros proyectos de índole sanitaria y escolar.

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