Porno a los 8 años
La pornografía dispara el consumo de prostitución y el sexo de riesgo entre los jóvenes. El acceso a estos vídeos se adelanta a los 8 años y se generaliza a los 14 y los expertos lo vinculan con el aumento de las agresiones en manada. Los autores del estudio calculan que más de 300.000 jóvenes han pagado por tener sexo o se disponen a hacerlo
El primer estudio realizado en España sobre el consumo de pornografía por niños y jóvenes y su repercusión en las relaciones interpersonales y en los hábitos sexuales ha encendido todas las alarmas porque arroja unas conclusiones demoledoras. El trabajo, que tiene como base la encuesta realizada a 2.500 chicos y chicas de 16 a 29 años de siete autonomías, indica que el consumo de pornografía por adolescentes y jóvenes es generalizado, que en algunos casos se inicia en la niñez, y que ha disparado las prácticas sexuales de riesgo y el uso de la prostitución. Sus autores, además, no tienen dudas de la conexión existente entre el aprendizaje a través de un sexo "violento y vejatorio" con las mujeres y el aumento de las agresiones sexuales en manada.
La investigación, titulada 'Nueva pornografía y cambios en las relaciones interpersonales', dirigida por los profesores de la Universidad de las Islas Baleares Lluís Ballester y Carmen Orte, detecta que el 87% de los chicos y el 54,8% de las chicas han consumido alguna vez pornografía. La mayoría de los varones comienza a hacerlo a los 14 años, pero hasta un 25% se inició antes de los 13 y hay algunos casos de consumo a los 8 años. La edad de inicio registra un descenso acelerado, pues los que tienen ahora 29 años empezaron de media a los 16 y los que cuentan hoy con 18 vieron los primeros vídeos entre los 12 y los 13. Las razones son el cada vez más temprano uso a pantallas -sobre todo 'smartphone'- y el fácil y gratuito acceso por internet a todo tipo de pornografía, incluida las más violenta y extrema.
30% de adictos Los grandes consumidores son los chicos, y hasta el 30% reconoce ser adicto o estar en camino de serlo. El 37% de ellos admite acceder a estos contenidos al menos una vez por semana y el 14% lo hace a diario. No obstante, la búsqueda de estas imágenes también se está generalizando entre las adolescentes a marchas forzadas, con la edad media de inicio en los 16 años. El 54,8% que reconoce ver porno supone veinte puntos más que hace cinco años. Prueba del carácter epidémico de este consumo es que tres de cada cuatro adolescentes señala a estas imágenes y productos como su principal fuente de educación sexual y el lugar donde resuelve sus dudas.
El aprendizaje generalizado a través de páginas en las que, según los autores, proliferan los vídeos violentos y vejatorios, en los que las agresiones físicas y verbales a las mujeres son normales, conduce a varios efectos negativos como que el 50% de los jóvenes españoles reconozca que ha incrementado las prácticas sexuales de riesgo para la salud -sexo sin preservativo, con diversas parejas o en grupo, con violencia o asfixias, etc- por su consumo de porno.
De igual manera, el estudio detecta el aumento de patrones machistas en las relaciones entre adolescentes derivado de películas "en que la mujer se presenta habitualmente en situaciones de humillación, sumisión y de sexo sin límites", lo que "normaliza en muchas mentes juveniles el sexo violento e incluso la violación", explicó Ballester. Tanto él como su colega Carmen Orte indicaron que no tienen duda alguna de que "el aumento del consumo de porno violento está vinculado al incremento de las manadas". Recordaron que este consumo acelerado y temprano de pornografía machista coincide en España con la investigación judicial de 101 casos de agresión sexual en manada en los últimos tres años, con 350 procesados, lo que describen como una cifra inédita en este país. De hecho, añaden, el vídeo porno más visto en la red escenifica una violación en grupo con notable violencia.
El tercer gran efecto pernicioso detectado por el estudio es el fuerte aumento del consumo de prostitución entre los adolescentes y jóvenes, que al tiempo que acceden a porno gratuito son bombardeados con ofertas de comercio sexual virtuales o físicas. El 46,7% de los varones encuestados indica que ha recibido anuncios de ofertas sexuales después de navegar por estas páginas y un 4,5% confiesa que ha pagado por tener sexo o que va a hacerlo. Esto, según los autores, quiere decir que al menos 300.000 chicos españoles de 16 a 29 años se ha iniciado en la prostitución a través de las webs de pornografía. De hecho, consideran que la cifra real es mucho más alta, porque hasta un 25% de los jóvenes interrogados no quiso contestar a esta pregunta.