HOMENAJE
Laureano, el sacristán de siempre
«De cuarenta años para arriba» cumple el que fuera seminarista en Valdediós y trabajador de la Vidriera como ayudante de los párrocos en San Antonio de Padua
Laureano García recibió ayer el cálido homenaje de la parroquia de San Antonio de Padua por las cuatro décadas largas que lleva de sacristán en este templo. A sus 87 años, ha pasado más de media de vida abriendo puntualmente la iglesia que antiguamente se llamaba capilla, encendiendo la calefacción y pendiente de los dineros de la parroquia para ponerlos a buen recaudo, entre otras muchas tareas.
Con motivo de la festividad de San Antonio de Padua ayer recibió un reconocimiento compartido con la feligresa más longeva, Carmen Emilia Vélez de Zapata, una mujer de origen colombiano que llegó a León hace más de 60 años y reside en la barrio con su familia. «Todos los domingos viene a misa a de doce, la traen sus hijos», comentó el párroco, Juanjo Ruiz.
Laureano García señaló que cuando decidió ofrecerse para sacristán «lo tenía gestionado de tiempo». «Estuve en el seminario de Valdediós, en Asturias» y aunque no prosperó su vocación, «me gustaba aquello». Natural de Callejo de Ordás sigue al pie del cañón aunque muchos días se le resiente el ánimo desde que hace una década enviudó. «Llevo aquí de 40 años para arriba, más que nada es estar al tanto, proteger y ayudar», explicó.