Las Casas Nuevas soplan cien velas

a. gaitero | león

Las Casas Nuevas de Santa Lucía Gordón soplaron las velas de su centenario con una emotiva jornada festiva en la que se reunieron un nutrido grupo de vecinos y vecinas que nacieron y se criaron en estas viviendas obreras construidas al calor del auge de la explotación del carbón en la cuenca, a causa de la demanda europea de mineral energético durante la I Guerra Mundial.

Reencuentros, confraternidad y mucho calor humano, envolvieron esta celebración. Los actos se iniciaron con el descubrimiento de una placa conmemorativa a cargo del vecino más longevo, Secundino Vicente y del organizador del evento, Donato Fernández Castro. «A todas aquellas familias que dejaron en este barrio su corazón tras cien años de una historia entrañable», se puede leer en la placa colocada bajo el letrero de la calle Reino de León de la localidad gordonesa.

Más de cien personas participaron de este evento entre cánticos y bailes para rendir honenaje a aquellas viviendas que dieron cobijo a los mineros que llegaban a Santa Lucía desde todas partes y especialmente de Asturias. La demanda de vivienda era tal que si las Casas Nuevas han pervivido cien años como si fueran de ayer, al barrio se le conoce popularmente como el barrio del Tocote, como un rescoldo de la expresión asturiana «¿tocote?».

Las Casas Nuevas ya son centenarias, pero no viejas. El vecindario se empeñó en poner juventud a estos edificios con una mano de pintura colorida en sus fachadas. Después de la comida de confraternidad celebraron un café filandón en el que salieron a relucir travesuras de la infancia, amores y desvelos por salir adelante en la vida.

A pesar del calor del día se mantuvo el programa de encender la minihoguerina prevista para a continuación proyectar un vídeo con fotografías que recordaron a más personas y otras épocas. Finalmente se cerró la fiesta del centenario de las Casas Nuevas con una verbena. Se lo pasaron en grande y quedaron con ganas de volverse a encontrar en futuras reuniones.