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VIAJERO INTERSTELAR

Oumuamua no es una nave alienígena: es un objeto expulsado de su galaxia

Los expertos consideran que el cuerpo celeste habría sido expulsado por un planeta gigante de gas que orbita a otra estrella

Recreación artística del asteroide Oumuamua elaborada para la NASA.

Publicado por
EL PERIÓDICO
León

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Hacia finales del año pasado, el fenómeno Oumuamua conquistó el mundo. Un equipo de astrónomos había descubierto el primer objeto interestelar conocido que había alcanzado nuestro sistema solar. En aquel entonces, justo tras su avistamiento y a falta de más datos, no tardaron en aparecer las especulaciones sobre su origen. Incluso hubo científicos que barajaron la posibilidad de que este fuera una nave extraterrestre enviada de otra civilización lejana. Y, a partir de allí, corrió el bulo.

Pero no, nada indica que este enigmático cuerpo estelar sea una construcción alienígena. Es más, desde su descubrimiento, ya son varios los estudios que desmienten esta inverosímil hipótesis. Ahora, una nueva investigación publicada en la revista Nature Astronomy y que ha contado con la participación de 14 astrónomos provenientes de los Estados Unidos y Europa reafirma la idea de que el objeto estelar Oumuamua (1I / 2017 U1) tiene un origen natural. Es más, todo apunta a que se trata de un cuerpo celeste que se ha escapado de su sistema estelar doméstico.

Los expertos consideran que el objeto podría haber sido expulsado por un planeta gigante de gas que orbita a otra estrella. De acuerdo con misma nueva teoría, Júpiter podría haber creado la nube de Oort, una enorme capa de objetos pequeños en el borde exterior de nuestro sistema solar, de esta manera. De ahí que los astrónomos consideren la posibilidad de que algunos de esos objetos pueden haberse escapado de la influencia de la gravedad del sol para convertirse en viajeros interestelares.

"Nunca hemos visto nada como 'Oumuamua en nuestro sistema solar. Y, de hecho, todavía es un misterio", explica Matthew Knight, investigador asociado del Departamento de Astronomía de la Universidad de Maryland. "Lo lógico sería estudiarlo siguiendo los análogos que conocemos a menos que encontremos en él algo único. La hipótesis de la nave extraterrestre es una idea divertida, pero nuestro análisis sugiere que hay una gran cantidad de fenómenos naturales que podrían explicarlo", añade el científico.

NUEVOS VIAJEROS INTERGALÁCTICOS

Ahora, los investigadores apuntan a que Oumuamua podría ser el primero de muchos visitantes interestelares. Pero, antes de conocer otros viajeros intergalácticos, habrá que esperar a la puesta en marcha de nuevos instrumentos como el Telescopio de Levantamiento Sinóptico Grande (LSST), que estará operativo a partir del 2022.

"En los próximos 10 años, esperamos comenzar a ver más objetos como 'Oumuamua. El LSST irá más allá de cualquier otra herramienta que hayamos tenido para encontrar pequeños visitantes interestelares", argumenta Knight. "Podemos comenzar a ver un nuevo objeto cada año. Ahí es cuando comenzaremos a saber si este cuerpo extraterrestre es raro o común. Si encontramos 10-20 de estas cosas y Oumuamua aún nos sigue pareciendo inusual, tendremos que reexaminar nuestras explicaciones, concluye el científico.

TODO LO QUE SABEMOS SOBRE OUMUAMUA

La historia de este ya conocido objeto estraterrestre empieza en el Observatorio Haleakala de la Universidad de Hawai por lo que su nombre, Oumuamua, guarda el legado de esas tierras y se traduce como 'explorador'. Su paso por nuestro sistema estelar ha sido fugaz. De hecho, tan solo ha permanecido unas semanas en el rango observable de los actuales telescopios terrestres.

La recién publicada investigación desvela ahora que Oumuamua es de color rojo, similar a muchos objetos pequeños observados en nuestro sistema solar. El cuerpo probablemente tiene una forma alargada, parecida a un cigarro, y se mueve por el espacio con un extraño patrón, similar al de una botella girando de lado en el suelo. Knight, líder este nuevo estudio, argumenta que su movimiento a través de nuestro sistema solar es particularmente desconcertante ya que, si bien parecía que aceleraba a lo largo de su trayectoria como un cometa, los astrónomos no pudieron encontrar rastro de las emisiones gaseosas típicas de esta aceleración.