No es un ovni, pero aún es un misterio
Oumuamua llegó de fuera del sistema solar hace dos años pero después de muchas especulaciones los científicos todavía no saben cuál es su procedencia.
efe | madrid
El primer objeto procedente de fuera del Sistema Solar recibió el nombre de Oumuamua y su descubrimiento, hace casi dos años, suscitó mucha controversia sobre qué era, incluso se especuló con que fuera una nave extraterreste, posibilidad que ha vuelto a rebatir un nuevo estudio científico.
Un trabajo que publica este lunes Nature Astornomy y encabezado por la Universidad de Maryland (EE UU) «sugiere con fuerza que Oumuamua tiene un origen puramente natural». «Nunca hemos visto en nuestro Sistema Solar nada como Oumuamua. Realmente es todavía un misterio», señala el investigador de la Universidad de Maryland Matthew Knight, en un comunicado.
El objeto interestelar, descubierto el 19 de octubre de 2017, era difícil de describir pues tiene características de cometa y de asteroide y algunos llegaron a considerar que podría tener algo que ver con una nave mandada desde una civilización lejana para examinar nuestro Sistema Solar. Para Knight la hipótesis de una nave espacial «es una idea divertida», pero el análisis de los datos realizado por su equipo «sugiere que hay toda una serie de fenómenos naturales que podría explicar» sus extrañas características. El estudio señala que Oumuamua, que en hawaiano significa explorador, es un objeto que «podría haber escapado de su sistema original, por ejemplo al haber sido «expulsado por un planeta gigante gaseoso que orbita otra estrella».
Con forma de cigarro de 800 metros de longitud y color rojizo, fue detectado por el Observatorio Haleakala de Hawai (EE UU) y ya desde el primer momento mostró características propias, como «un movimiento desconcertante» que no concordaba ni con un cometa ni con un asteroide, aunque en diversos estudios se le ha considerado ambas cosas.
En un intento por avanzar en los secretos del primer visitante interestelar, Knight reunió un equipo con de 14 astrónomos estadounidense y europeos quienes reconocen que no habían visto nada parecido en el Sistema Solar.