Paco Robles, del vapor Habana al tren negro

Paco Robles, un niño de la guerra nacido en León hace 93 años, cuenta hoy su periplo de refugiado a ciudadano británico en la Semana Negra de Gijón. Si en mayo de 1937 llegó a Inglaterra, con diez años de edad, tras un ajetreado viaje en el vapor Habana, en el que fue evacuado junto con cerca de 4.000 niños y niñas de familias republicanas, ayer arribó en la estación de Jovellanos junto a escritores, ilustradores y periodistas para el célebre encuentro literario en el que la memoria histórica tendrá un año más un protagonismo singular.

El ‘niño’ de la guerra, llega de la mano del asturiano Miguel Ángel Fernández, el autor del libro Paco Robles, el niño vasco de Mansilla de las Mulas, en el que biografía a este singular personaje nacido a los pies de la Catedral de León y cuyas raíces familiares paternas se encuentran en la villa mansillesa.

Su historia, que salió a la luz por primera vez en Diario de León en 2012, se escuchará hoy «a quemarropa» en la carpa que lleva este nombre en el recinto de la Semana Negra.

En uno de los muchos viajes que realizó el vapor Habana con niños refugiados, el que partió de Santurce (Vizcaya) el 21 de mayo de 1937, salió Paco Robles con destino a Inglaterra. «Íbamos por tres meses y algunos quedamos toda la vida. Mi madre me dijo que no volviera porque estaban muy mal en España, con mi padre en la cárcel y después ya hice mi vida en Inglaterra», cuenta en el tren negro. Regresó a España por primera vez en los años 50 y comprendió lo que su madre le quería decir.

A los periodistas les sorprende que un niño de la guerra español lea el Times y Evening Stándard, aunque su preferido es el Daily Mirror. Y es que el exilio temprano de estos 4.000 niños y niñas, como de otros que fueron a Francia y a Bélgica, es poco conocido en comparación con la oleada de refugiados que se produjo hace 80 años al finalizar la Guerra Civil. Contar esta historia «que se conoce poco y no se quiere conocer» ha sido el leit motiv de Miguel Ángel Fernández para rescatar la peripecia de Paco Robles y otras personas que vivieron el exilio. El 23 de mayo de 1937, casi un mes del bombardeo de Guernika por la aviación alemana de la Legión Cóndor al servicio de Franco, arribó a Southampton el vapor Habana. «Las calles estaban adornadas y pensábamos que era un recibimiento por nuestra llegada, pero luego nos enteramos que era por la coronación del rey Jorge V», recuerda Paco.

Ayer en Gijón el recibimiento del tren negro y sus peculiares viajeros fue por todo lo alto. La alcaldesa de Gijón, en el andén, y una charanga a la salida de la estación dio la bienvenida al pasaje negro. Y como la realidad supera casi siempre a la ficción, en el vestíbulo esperaban las pancartas de colectivos en lucha como los trabajadores del parador Reconquista y las trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio. Paco Robles se movía como pez en el agua entre la gente. En el camino se fue enterando de «¿qué será eso de la Semana Negra?» y saber que su historia se cruzará con el Terrorvisión de Jesús Palacios, las Viñetas con altura de Alexandra Ramírez, la novela policíaca del periodista Javier Valenzuela, Pólvora, tabaco y cuero, o Tiempo de siega, de Guillermo Galván. Y con otro leonés, algo más joven, que debuta en la Semana Negra con su premiada ópera prima, Los nombres de los barcos. El periodista Juan Carlos Vázquez será presentado el sábado 13 por otra escritora leonenesa y compañera de profesión, Noemí Sabugal, toda una veterana ya en la Semana Negra de Gijón.