EL NEGOCIO DE JUGAR
Los adultos impulsan la venta de juguetes tradicionales
La venta de juguetes en España cae un 5,4% en el año 2018, según la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes. Los niños cambian su manera de jugar. Ya no optan por los juguetes tradicionales sino por los digitales, al mismo tiempo que aparece un fenómeno social basado en el comportamiento infantil de los adultos quienes buscan entretenerse con los juegos tradicionales de mesa
Las reuniones familiares amenizadas por los juegos tradicionales como el parchís, la oca o las cartas se quedan atrás para los pequeños de la casa. Pero eso sí, los mayores aún apuestan por la recuperación de un hábito que se podría catalogar como una tradición de las familias españolas.
Según la directora de márketing de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), Maite Francés, en los últimos años se experimenta en España «un fenómeno en el que los mayores actúan como niños» en tanto que se consolidan como «forofos de los juegos de mesa y de los muñecos coleccionables». A día de hoy, es el público adulto el que mantiene las ventas de los juegos analógicos.
Las fábricas de juguetes tradicionales se encuentran con el problema de que los niños dejan de jugar cada vez a edades más tempranas «antes dejaban los juguetes a los catorce años y ahora, a los once», dice la directora. Además, la manera de jugar de los pequeños cambia al son de la transformación digital.
FOTO: JESÚS F. SALVADORES
Los juegos tradicionales ya no seducen a los menores si no incorporan mecanismos digitales o son juguetes digitales en su totalidad. «El juego digital está copando cada vez más terreno y a edades más tempranas», dice Maite Francés. La razón es que este tipo de juguetes ofrecen más horas de jugabilidad y resultan más atractivos. Se difumina la línea entre lo puramente tradicional y lo estrictamente digital de tal modo que surgen híbridos como las muñecas que hablan o los juegos tradicionales de mesa que se conectan a una aplicación.
A todo ello, se le suma la caída de la natalidad española, en la que hay menos nacimientos y, por lo tanto, menos demanda.
«Los niños sí siguen jugando, pero lo hacen de manera diferente. La necesidad de jugar es un instinto en el ser humano y en los animales. Es un derecho recogido en el artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño», afirma la directora de marketing de la AEFJ.
«Una combinación entre el juego tradicional y el digital es primordial para el desarrollo emocional, psicológico y físico de los menores. En los primeros años de vida de un niño, hasta los seis años, interactúan y conocen su entorno a través de los cinco sentidos», declara Francés.
Las fábricas de juguetes ofrecen una gran variedad de productos respondiendo a las distintas fases de crecimiento. Hay juegos para el desarrollo de la psicomotricidad de los bebés, juguetes afectivos como las muñecas para el desarrollo de la responsabilidad y juguetes como las bicicletas para explorar el entorno que les rodea. También existen juegos de concentración para los más inquietos como el Apalabrados, juegos para desarrollar la creatividad en la que intervienen los Lego, juegos de competición o de estrategia para aprender que hay regla, que no siempre se gana, y juegos de disfraces en los que los niños juegan a ser otro o a intercambiarse roles.
Desde la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes, se informa de que el balance en las ventas del ejercicio del 2018 fue negativo, con un -5,4% de caída mientras que el año anterior la cifra se tasó en un 2% de crecimiento con una facturación de 1662 millones de euros. Es preocupante para un «sector conformado por 234 empresas de las cuales 104 son microempresas de fabricación de juguetes y en las que participan 1190 empleados en total, en España», informa la asociación a este periódico.
JUGUETES QUE GUSTAN EN LEÓN
La encargada de Poly, Natalia Sarmiento, afirma que «en general, las ventas de juguetes han caído un 20% aproximadamente en los últimos años». Aunque no destaca en particular ningún juguete que ya no se encuentre a la venta porque su demanda ha caído, sí que reconoce que los niños ya no buscan a los Playmobil sino consolas o videojuegos para estas máquinas como el Fornite. Por otro lado, afirma que «son los adultos los que compran juegos de mesa de estrategia» y que los muñecos coleccionables, las casitas de madera de muñecas y las figuritas de plomo aun tienen su público. Si Sarmiento tuviera que recomendar algún juguete, estos serían «los Lego para los niños entre seis y once años por su componente no sexista y juguetes con mucha luz y colorido como los de la marca Vtech para los más bebés».
La tienda Juguettos también está de acuerdo en que «los juegos de mesa se han vuelto a poner de moda» y en que el producto estrella son los Lego porque «son atemporales y no son sexistas. A los pequeños les encanta. Siempre se venden», aseguran desde el establecimiento. Asimismo, destacan la venta de juegos de viajes.
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