La emigración amortigua un poco la caída demográfica
ep | madrid
El estudio también indica que la llegada de extranjeros ha «amortiguado en cierta manera» el saldo negativo de los españoles en aquellas provincias más castigadas por la despoblación. No obstante, puntualiza que esa contribución «se ha ido reduciendo» en los últimos años, pues «también los extranjeros abandonan estas provincias siguiendo el patrón marcado por la población local».
En concreto, según los datos, el porcentaje de residentes extranjeros en los municipios de 1.000 o menos habitantes sobre el total de población provincial no supera el 5 por ciento, salvo en Soria (5,6 por ciento) y Teruel (9 por ciento). «En consecuencia, el impacto del colectivo extranjero, si bien es positivo, no ha tenido la suficiente fuerza como para modificar la tendencia de despoblación que caracteriza a estas regiones», apuntan los autores.
Los municipios de 10.000 o menos habitantes presentaron en 2017 crecimiento vegetativo negativo en 48 de las 50 provincias españolas. Zamora lidera el crecimiento vegetativo negativo por tercer año consecutivo, con 10 personas menos por cada 1.000 habitantes, situándose Ourense en el segundo lugar.
También pone de manifiesto que el índice de recambio generacional (proporción de personas de 15-19 años de edad que entrarían al mercado laboral respecto a las que se jubilarían) ha caído un 41 por ciento desde el año 2000, pues las personas que abandonan el rural son jóvenes.