FRANCISCO JAVIER GARCÍA LORENTE | PRESIDENTE DEL COLEGIO DE ODONTÓLOGOS Y ESTOMATÓLOGOS DE LEÓN
Uno de cada cinco leoneses no acude al dentista por no poder afrontar el pago de la factura
Francisco Javier García Lorente inicia su segundo mandato como presidente del Colegio de Odontólogos de León —ya estuvo al frente entre de 2003 a 2011—. Es vicepresidente del Consejo General de Colegios de Odontólogos de España. Defiende la universalización pública de los tratamientos bucodentales infantiles y de la población con alguna discapacidad y una mayor subvención pública de todos los tratamientos. Durante su primer mandato se puso en marcha la clínica solidaria en León que actualmente ofrece tratamientos gratuitos anuales a 250 personas en riesgo de exclusión y forma a 150 profesionales procedentes de toda España
—¿Cómo ha cambiado en estos años la profesión?
—Hay una explosión de nuevos titulados. Ha desaparecido el modelo de dentista clásico. Ahora los jóvenes dentistas no siguen el modelo de salir de la facultad, hacerse autónomo, invertir en tecnología y montar su propia clínica. Es imposible por el exceso de dentistas que hay. La mayoría no tiene más remedio que emigrar al extranjero o subemplearse con otros dentistas o en clínicas corporativas que emplean a bajos sueldos.
—¿Por qué pasa eso?
—En España tenemos 22 facultades de Odontología. Somos el país europeo que más dentistas forma. Cada año salen de las facultades 1.700 nuevos en España. Tenemos 9.846 estudiantes de Odontología formándose en estos momentos.
—Y la única salida es la clínica privada porque la salud bucodental casi no tiene presencia en la sanidad pública.
—La cartera sanitaria de la salud bucodental en la sanidad pública es muy básica. Se limita a extracciones, urgencias y poco más.
Estamos totalmente a favor de aumentarla. Es una reclamación constante del Consejo General de Colegios de Odontólogos. España es el país de la Unión Europea en el que la población tiene que afrontar un mayor coste de los tratamientos. Pagan de su bolsillo el 98 % de los tratamientos.
Clínicas corporativas
«No vamos contra ningún tipo de clínica, solo contra las que dan una mala asistencia»
—Ir al dentista es caro, muy caro.
—Es un tópico. Lo que pasa es que los tratamientos no tienen financiación pública. Un trasplante de hígado, un parto o una escayola si te rompes un brazo no son baratos, pero eso está sufragado por la sanidad pública. Lo pagamos entre todos y no se nota en el bolsillo.
—Habrá dentistas que digan que si se incluyen los tratamientos en la sanidad pública les perjudicaría económicamente como empresa porque habría menos gente en las clínicas privadas.
—No. Lo que pasaría es que las clínicas privadas dejarían de ver bocas desastrosas o problemas muy gordos. Estarían más volcados en tratamientos de mantenimiento o trabajos más reglados y más organizados. La satisfacción sería para el dentista y el paciente. Si la administración incluye tratamientos en la cartera de servicios tendría que contratar a dentistas y así solucionaríamos parte del paro que hay actualmente.
—¿Es un sector con mucho paro?
—Si. En León y en todas partes. El INSS nos tiene en la lista de las profesiones que no tienen paro, pero no es real. Parece que estemos de maravilla. Los dentistas que ahora salen de las facultades no se apuntan al paro porque se ocupan en trabajos temporales en distintas clínicas que no son propias. Sobretodo en clínicas corporativas, este sistema mercantil que envuelve a algunas franquicias en escándalos, que contratan temporalmente a los recién licenciados. Son subempleos, pero no se pueden apuntar al paro.
—¿Hay odontólogos mileuristas?
—Todos los que salen ahora de las facultades. Eso es lo normal.
—Desde el Colegio de Odontólogos de León también denunciaron el intrusismo y el posible fraude de algunas clínicas corporativas.
—Si. No tenemos nada en contra de ningún tipo de clínicas. Nosotros como colegio atendemos a los colegiados. Nos preocupan las condiciones en las que trabajan los colegiados. Hemos alertado de que hay algún tipo de clínica que no cumplía las normas, como la publicidad engañosa. No nos metemos con ningún tipo de clínica, solo con la que lo haga mal, incluidas las de nuestros colegiados. Nuestro objetivo es que la calidad asistencial sea la mejor posible y nos da igual quien la dé.
Lorente, durante la entrevista. RAMIRO.
Facultades
«Las facultades forman a más odontólogos de los que hacen falta. Hay que poner númerus clausus»
—¿Cuántas reclamaciones tienen al año por negligencias odontológicas?
—Hemos recibido 18 reclamaciones en todo 2017 y primer semestre de 2018.
—Los nuevos dentistas tienen sueldos mileuristas pero los tratamientos para el paciente son muy caros. Parece un negocio rentable.
—Si, claro. La ley permite que se puedan abrir clínicas por asociaciones que no son dentistas. Nosotros abogamos porque las clínicas no sean mercantiles, que estén dirigidas por profesionales y evitaríamos estas grandes cadenas basadas en capital de riesgo. Eso es peligroso porque hablamos de salud, no de empresas. Cuando le ley permite que las empresas gestionen clínicas los colegios profesionales no tenemos control. Muchas clínicas corporativas han hecho publicidad engañosa, al dentista se le obliga a trabajar de una determinada manera, es un víctima más, a veces el diagnóstico lo hacen los comerciales y al paciente lo atiende cada vez un dentista diferente, con lo malo que es para un buen tratamiento. Otras veces se hace firmar al paciente financiaciones extrañas.
—Pero son más baratas y los pacientes acuden a ellas porque se pueden permitir esos precios.
—No son más baratas. Tienen un publicidad muy buena. Tenemos un listado de colegiados con diferentes tarifas. Hay muchos dentistas en León para elegir según las necesidades.
—¿Cuántos dentistas hay en León?
—320 colegiados para 463.746 habitantes.
Prevención
«Por cada euro que se invierta en prevención se ahorrarán 90 en tratamientos dentales»
—¿Sobran?
—Si.
—¿Cuántos?
—En la provincia sale un ratio de un dentista por cada 1.450 habitantes. La OMS recomienda un dentista por cada 3.500 habitantes. O sea, tenemos casi el triple de dentistas más. Los 1.700 nuevos dentistas que salen cada año de las facultes españolas son el doble de los que se gradúan en Francia, Reino Unido o Italia.
—¿Qué habría que hacer?
—Pedimos numerus clausus en las facultades y un control de las universidades privadas. De las 22 facultades de Odontología que hay en España 12 son públicas y 10 privadas. Las privadas forman actualmente al doble de los alumnos que las facultades públicas. Se forman a más dentistas de los que se necesitan. Es un gasto para el país y para las familias. Las familias se gastan un dineral en material para la formación de sus hijos. Estudiar Odontología cuesta más que cualquier otra especialidad sanitaria. Es una pena que los padres hagan ese esfuerzo económico porque sus hijos hagan una carrera que creen que es de futuro, cuando ya no lo es.
—¿La carrera de dentista no es una carrera de futuro? ¡Quién lo diría!
—Para nada. Hace tiempo que no.
Sanidad pública
«Es necesario que la sanidad pública sufrage parte de los tratamientos odontológicos»
—Ustedes alertan constantemente de que por la boca empiezan muchas enfermedades. ¿Por qué los gestores sanitarios no las previenen con tratamientos sufragados por la sanidad pública?
—Es un problema político y económico. Nuestro papel es pedir que destinen más partidas económicas a la salud bucodental. Atender la boca de toda la población es muy costoso porque toda la población debería ir al dentista. Los problemas bucales los padecemos todos. En otras especialidades no es así. No todo el mundo tiene alergias, o padece del corazón, por ejemplo. En el caso de la boca es diferente, es un problema de toda la población. Por eso es casi inviable económicamente. Alemania, que es un país económicamente más potente, financia casi el 40% de los tratamientos dentales. Francia, el 30%. Nosotros abogamos porque nos acerquemos a eso.
Si no se pueden sufragar los tratamientos de toda la población por lo menos que se atienda a los de la población prioritaria como la infantil. En Castilla y León ya se cubren parte de esos tratamientos.
Hay clínicas privadas que lo hacen y luego lo paga la administración, como son las endodoncias, los empastes, extracciones, reconstrucciones y otros tratamientos. Se usa poco, creo que por desconocimiento de la población. Entendemos que cuanto más se cubra la población infantil mejor. Murcia, País Vasco y Navarra tienen un buen sistema. Castilla y León está en el punto medio. Otras comunidades no tienen nada. Desde el Consejo General pedimos a la administración una equiparación de las autonomías. No puede ser que por el lugar de nacimiento tengas derecho a más o menos prestaciones.
—¿Ha tenido alguna reunión recientemente con la ministra de Sanidad?
—Con la nueva ministra hemos estado cuatro veces. Quieren hacerlo pero no hay presupuesto.
—Si muchas enfermedades surgen por los problemas en la boca se ahorraría dinero con la prevención antes que tratar después las enfermedades.
—Por supuesto. La prevención odontológica es lo más económico que hay. Ahora vamos a lanzar una campaña insistiendo a la población a que se revise la boca. Nadie descuida las revisiones de los coches. Por cada euro que se emplea en la prevención de la salud bucodental se ahorran 90 euros en tratamientos. Si se atiende a los niños evitamos enfermedades en la edad adulta.