valverde de la virgen
Valverde posee una máxima, un mandamiento: los ciudadanos son lo primero y pensando en ellos se programan ciclos de cine al aire libre, conciertos, desfiles, conferencias y excursiones que logran mover a una población que ronda los 8.000 habitantes. En este municipio, lo que se pone en marcha triunfa. Sirva de ejemplo, su escuela municipal de música, que nació en 2006, pero en sus trece años ha experimentado un crecimiento vertiginoso desde los 70 alumnos iniciales a los 420 de la actualidad. El centro, ojito derecho del Ayuntamiento, ha sabido hacerse un hueco entre los amantes de los instrumentos y atraer a estudiantes de León capital y de municipios más alejados como Gradefes. Este curso da un paso de gigante al trasladarse a un edificio propio de tres plantas. También goza de una gran acogida la oferta deportiva y de cursos, que abarcan desde el zumba y el crossfit, al klick boxing y los bailes latinos. El Camino de Santiago abandera el gran atractivo para el turismo, una ruta que entra de lleno a través de la Virgen, donde el peregrino alcanza redención en la Basílica, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Monumento por la Junta hace un año. El templo se inauguró en 1961, pero entronca con la devoción a la Virgen desde que en 1505, el pastor Alvar Simón Fernández tuvo una aparición y la soberana cogió su onda para lanzar la piedra donde debía levantarse una ermita. Más de 200.000 personas visitan cada año la Basílica, obra de Francisco Coello de Portugal, gracias a Pablo Díez como benefactor absoluto. El magnate de Coronitas, que estudió con los Dominicos, quiso ofrecer un gran templo. Las esculturas de los apóstoles, y las cuatro puertas de acceso, todo en bronce, son obra del escultor José María Subirachs. Las vidrieras proceden de en la localidad francesa de Chartres. El Camino, tras esta parada obligada, continúa por Fresno, Valverde, San Miguel, Robledo de la Valdoncina, La Aldea y Oncina. En todas ellas deja huella y a la vez, todas dejan huella en el peregrino. Pero Valverde también se expresa en sus plazas, campos, fuentes... Sin duda se antoja como un tramo reparador antes de aventurarse por nuevas tierras. Junto al Camino y las gentes, destacan las tradiciones ancestrales, como la fiesta de San Froilán del 5 de octubre, un santo con nariz desgastada, porque es costumbre tirar de su apéndice tres veces, al igual que hay que comprar perdones (avellanas). El olor a morcilla, a chorizo y a pulpo volverá a extenderse ese día por las callejuelas de La Virgen del Camino, donde rivalizarán medio millar de vendedores de frutos secos, cerámica, ropa, curiosidades y comida. Es la cara popular de una de las romerías más arraigadas en la provincia, que hunde sus raíces en el medievo y que aprovecha los homenajes a La Virgen y a San Froilán, para convertir a la localidad en una gran fiesta con mercado, carros engalanados y pendones. Las diversas fiestas convierten a Valverde de la Virgen en un lugar digno de visita a lo largo de todo el año. Un refugio, el sitio idóneo para conocer la gastronomía de la tierra o bien una oportunidad para descubrir un León lleno de matices, siempre sorprendente. La otra gran cita es la fiesta del Voto, para agradecer a la patrona las curaciones milagrosas, lluvias contra las sequías y plagas y el cuidado de sus paisanos en guerras y desgracias.