Pablo Morán, el periodista forjado por un eclipse de sol

CARLOS FIDALGO | PONFERRADA

La Luna ocultaba el Sol aquel 21 de junio de 2001 y a Pablo Morán, por entonces un becario en la redacción de Radio Bierzo en Ponferrada, no se le ocurrió otra cosa que echarse a la calle con un micrófono y un cristal de soldadura y grabar las exclamaciones de todo aquel que se atrevía a observar el primer eclipse del siglo XXI. «Las respuestas fueron muy graciosas, espontáneas y a veces socarronas», recordaba esta semana el pregonero de las Fiestas de la Encina de este año, y nuevo editor del matinal ‘Hoy por hoy’ de la Cadena Ser —un cambio que a partir de ahora le obligara a trabajar de noche y a dormir de día— al rememorar aquel reportaje radiofónico tan creativo que acabaría por llamar la atención de un periodista de peso como Antonio Ferreras, hoy en La Sexta y por entonces en los servicios informativos de la Ser y con quién comenzaría a trabajar solo un año después en Madrid.

Aquel fue el comienzo de una carrera en las ondas que casi veinte años después ha llevado a Morán, procedente de una familia que nada tiene que ver con la radio, a compartir redacción con otras voces fundamentales como la de Iñaki Gabilondo — «un maestro» preocupado «no por contar lo que pasa, sino por contar lo que le pasa a la gente»— y después a programas como ‘Hora 25’, donde ha sido editor del espacio presentado por Angels Barceló, a la que acompaña ahora a ‘Hoy por hoy’, o a presentar —lo seguirá haciendo— espacios que se emiten cuando canta el gallo como ‘Punto de fuga’, que lo mismo habla del cambio climático, de los derechos humanos en Irán, de los esfuerzos de África por salir del ostracismo, que de la resaca que ha dejado el terror del Estado Islámico. Un punto de vista diferente de la actualidad. Una forma de mirar el mundo que recuerda otra vez a la de aquel veinteañero que ofrecía a los transeúntes un cristal de soldadura y les pedía que se atrevieran a mirar al Sol, tapado por la Luna.

Y todo había comenzado en Radio Cima, en un programa musical montado junto a dos amigos con el título afortunado de ‘El eslabón perdido’. Como Morán. «Debo ser el eslabón perdido de mi familia, claro», dice a sus 38 años. En casa, eso sí, se escuchaba la radio. «La banda sonora era Luis del Olmo y después Iñaki», cuenta. Y si uno le pregunta con cuál de las dos voces se queda, la de su paisano o la de su maestro, responde diplomático; «los dos son irrepetibles»

Esta noche, a las 21.15 horas y desde el balcón del Ayuntamiento, será la voz de Pablo Morán la que pregone el comienzo de las fiestas. Las primeras Fiestas de la Encian sin minas de carbón; un lugar, la mina, al que hace unos meses y en una entrevista con el digital ‘Me presta el Bierzo’ el hoy pregonero quería enviar a los cuatro líderes de los cuatro principales partidos políticos de España. «A picar carbón», les mandaba Morán. Y hoy, con las minas cerradas y el bloqueo político, sin gobierno, sin consenso, sin acuerdo, y con la sombra de unas nuevas elecciones en el horizonte, un lugar que necesariamente tiene que cambiar. «Ahora los enviaría —dice— al rincón de pensar».