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Con esa premisa, y para profundizar en ese conocimiento y conocer los avances de la investigación del envejecimiento, se organizó en Madrid «Geroscience», un evento que reúne a científicos de numerosos países y que se celebra por primera vez en Europa.

El envejecimiento representa un factor de riesgo importante para muchas enfermedades y afecciones crónicas y miles de científicos en todo el mundo trabajan para conseguir más y mejores años de vida y afrontar el envejecimiento como algo inapelable pero modificable.

Estas reuniones internacionales (Geroscience) son promovidas desde hace varios años por el Instituto Nacional de Envejecimiento de Estados Unidos, y la cita española ha sido organizada por el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) de Fragilidad y Envejecimiento Saludable y la Fundación Gadea por la Ciencia.

Los científicos ahondan en el conocimiento sobre cómo afecta el envejecimiento a la aparición y la progresión de enfermedades crónicas -como el párkinson o el alzhéimer-, pero también a otras afecciones que empeoran con la edad, como la fragilidad o la falta de resiliencia.

El biólogo molecular Manuel Serrano, coorganizador del encuentro, subraya que muchas enfermedades son el resultado de un envejecimiento «selectivo y acelerado» de algún tejido concreto, y ha citado como ejemplo las cardiovasculares o las neurodegenerativas.

«El envejecimiento no es una enfermedad, sino más bien una situación de riesgo», señala Manuel Serrano, pionero en la generación de ratones modificados genéticamente para que sean resistentes al cáncer y reconocido a nivel mundial como uno de los principales investigadores en el campo de la supresión tumoral.

Se refiere al reto que para la ciencia y la medicina supone avanzar en la lucha contra las enfermedades neurodegenerativas o para controlar el cáncer, y destaca que los nuevos avances sobre envejecimiento están desvelando nuevas posibles terapias para combatir el alzheimer o el párkinson, pero también que «habrá que esperar años antes de saber si esas terapias son efectivas».

A diferencia de las enfermedades neurodegenerativas, «en las que lamentablemente hay pocos avances terapéuticos», Serrano subraya que los progresos en el tratamiento contra el cáncer «son continuos» y detrás de ellos está -explica- el conocimiento científico acumulado durante las últimas décadas.

Serrano, quien trabajó en el Centro de Biología Molecular (centro mixto del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid) junto a Margarita Salas y posteriormente en el Cold Spring Harbor Laboratory de Nueva York, desempeña en la actualidad su labor investigadora en el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona, donde ha ampliado sus investigaciones sobre el envejecimiento y sobre reprogramación celular.

El investigador incide en que los avances científicos son siempre aplicables a la salud humana, «aunque casi siempre es un proceso lento que lleva muchos años», y cita como ejemplo los mecanismos de protección contra el cáncer, que han generado terapias anti-cancerosas que se usan en los hospitales.

A su juicio, a medida que se prolonga la longevidad aumentará también la prevalencia de enfermedades neurodegenerativas, «que son las menos controlables», pero explica que uno de los factores que más va a determinar el envejecimiento va a ser el estilo de vida de las personas (los hábitos saludables, la alimentación equilibrada o el ejercicio físico).