MODA
Muere el ingeniero de la ropa interior
Andrés Sardá padecía alzhéimer. Llevó el estilo de la lencería femenina a las pasarelas
Andrés Sardá (Barcelona, 1929) falleció el domingo a los 90 años en Barcelona. El diseñador, que padecía alzhéimer desde hace tiempo, será recordado como uno de los pioneros en llevar la moda, el estilo y la belleza de la ropa interior a las pasarelas.
La historia de la familia Sardá en la industria textil comenzó a finales del siglo XIX, cuando la empresa fabricaba mantillas de encaje. Décadas más tarde, una de sus clientas, Jackie Kennedy, decidió llevar una de sus delicadas piezas en su visita el Vaticano, dando a la familia su primera exposición internacional.
En aquellos años 60 Andrés Sardá decidió dar un curioso giro, rompiendo con los convencionalismos. Cuando el uso de las mantillas dejó de ser obligatorio en las iglesias, comenzó a usar encaje para ropa interior femenina. En medio de una situación política opresiva, la colección rompe con los estereotipos, confeccionando piezas para favorecer y deleitar a las mujeres, mientras que la innovación técnica crea una comodidad sin precedentes.
Convencido de que la lencería femenina podía ser delicada, favorecedora y tentadora, se puso del lado de las mujeres y dedicó sus esfuerzos a desterrar de los cajones de la ropa interior aquellas prendas de uso y poco evolucionadas, que los llenaban hasta el momento. Sardá buscó para ellas los tejidos más suaves, las formas más ligeras y los colores más fascinantes. Se alió con las últimas tecnologías y halló los materiales más revolucionarios para crear colecciones sugerentes y vanguardistas.