Diario de León

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Nicolás miñambres

El mundo pastoril leonés (de historia casi inmemorial y sujeto al fenómeno de la trashumancia) ha sido objeto de diversos estudios recientes. He ahí los casos de Manuel Rodríguez Pascual, el mejor erudito al respecto, o Eleuterio Prado, personaje de Prioro, motril en sus años infantiles. Todo ello no le ha impedido una fervorosa entrega poética, con la publicación de diversos libros y la creación de un lírico aforismo: «Todos los niños nacíamos en primavera».

A este grupo de investigadores del ambiente pastoril se une Ramón Gutiérrez, centrando su estudio en un mundo desconocido, pero relevante, el de los motriles: niños que con siete u ocho años eran contratados por los pastores como ayudantes del rebaño. Lo hacían casi siempre obligados por la necesidad familiar. Hasta ahora no se había insistido con profundidad en esta vida heroica, sacrificada, terrible muchas veces, en la montaña leonesa. Aparte de la soledad en que transcurría su vida y el peligro objetivo, ante el que sufrían experiencias diversas en la montaña, los motriles tenían que llevar a cabo el oficio de la cabaña, casi como si fueran personas adultas, cuando en realidad eran niños en su tierna infancia.

Con ello, se puede hablar de una épica popular tejida y recuperada con maestría por el autor, recogiendo una herencia de siglos, a punto de desaparecer. Por ello, hay que felicitar a Ramón Gutiérrez, autor de los cuatro capítulos fundamentales: I. El Motril. II. Tienen la palabra los protagonistas. III. Los motriles en la literatura de la montaña oriental de León. IV, Vocabulario de la trashumancia. Y, de forma indirecta, a Saturnino Alonso Requejo y a David Fernández Villarroel, por revivir también de forma humana y literaria en sus obras, el gran campo temático de estos hábitos seculares, inexistentes ya, que tanto aportaron a seres de origen humilde fundamentalmente.

tracking