Eloy Campillo, el guarda forestal desaparecido en 1945 estaba enterrado en una sima en Sotres
Un grupo de espeleólogos encontró de manera fortuita hace más de un año en el fondo de una sima en los Picos de Europa unos restos óseos que, según los análisis de ADN, pertenecen a Eloy Campillo, el guarda forestal y pedáneo de Sotres (Asturias) desaparecido en 1945. Los restos fueron localizados en el interior de una torca, denominada La Topinera, en la zona oriental de los Picos de Europa (macizo de Andara) y exhumados por el Greim en agosto de 2018, informó ayer el despacho jurídico Rodríguez Palomares.
Cuando la familia de Eloy Campillo tuvo conocimiento del hallazgo se personó en las diligencias que instruía el Juzgado de San Vicente de la Barquera. El análisis de los restos desveló que pertenecían a un varón, de talla aproximada a la del desaparecido y con una edad biológica de entre 30 y 40 años, compatible con la del guarda de Sotres, a punto de cumplir 31 años cuando desapareció.
Seis meses después el contraste de las muestras de ADN de su hija Mercedes Campillo daba una probabilidad de paternidad del 99,99999996 %, explica el despacho jurídico.
Según las investigaciones del historiador Antonio Brevers, el guarda falleció de un disparo el 24 de abril de 1945 y sus restos fueron arrojados a una sima, dos días después de la emboscada de Pandébano, en la que resultó muerto el jefe guerrillero Ceferino «Roiz» Machado.
Los guerrilleros fueron cercados por la Guardia Civil en Pandébano al saber, por una confidencia, que iban a reunirse en una comida con vecinos para celebrar la inminente caída de Berlín. Uno de ellos, «Gildo», que no había acudido, oyó los disparos desde su escondite en Sotres, Fue en ayuda de sus compañeros y comenzó un tiroteo en el que murieron dos guardias. Según las investigaciones de este historiador, las sospechas se centraron en Eloy, que defendió su inocencia hasta el último momento y reconoció que en confianza había hablado de la fiesta con un compañero del coto de Picos de Europa. | efe