Land Rover Defender. Aventurero…
JAVIER F. ZARDON
Tres años… después. El fabricante británico reescribe la historia iniciada hace 71 años: «90» carrocería corta de 3 puertas, «110» largo de 5 puertas e interior configurable en 5, 6 y 5+2 plazas.
‘Aquel’ icono de la automoción mundial, el pionero Defender, ‘revive’ hoy en un sucesor que recuerda estéticamente al ‘primigenio’, lógicamente traducido a los conceptos del XXI: cortos voladizos para mantener su histórica capacidad ‘off-road’ (38º de ataque y 40º de salida), nada menos que 291 milímetros de altura libre al suelo (casi un metro de capacidad de vadeo) y el nuevo programa ‘Wade’ del reputado sistema ‘Terrain Response 2’ que posibilita transitar por zonas ‘acuáticas prohibidas’ a la mayoría de sus ‘enemigos naturales’.
Y, además, la tecnología ‘ClearSight Ground View’, que ayuda al conductor mostrando en la pantalla central táctil la zona ciega que oculta el capó justo por delante de las ruedas delanteras y también puede contarse con cámaras periféricas que ofrecen al conductor una perspectiva 3D del entono del coche.
Su carga máxima llega a los 900 kilos; 3.500 kilos de capacidad de remolque y alcanza los 1.075 litros de capacidad del maletero con dos filas y hasta 2.380 si se utilizan solamente las dos plazas delanteras.
La carrocería está protegida por una capa de poliuretano satinado, que puede retirarse para facilitar las reparaciones. Su resistente suelo de caucho resulta muy fácil de limpiar y también repele gran parte de los ‘restos’ de las aventuras diarias y de esos ‘viajes’ que se hacen… una vez en la vida. La opcional capota plegable de lona, que abarca todo el techo, ofrece una sensación ‘descapotable’, permitiendo a los pasajeros de la segunda fila de la versión «110» levantarse y vivir un auténtico ‘safari’… con cuidado de no caerse-
Eso, por no hablar de los ‘cuadradotes’ pasos de rueda —otro ‘guiño’ al pionero— y la ruede repuesto exterior, ‘colgada’ en el portón trasero, algo hoy tan inhabitual… como evocador.
En el apartado mecánico, todas las versiones del nuevo Defender montan cambio automático de 8 relaciones y motores tan conocidos como el actualizado turbodiésel de 200 CV y el 2.0 litros (240 CV) que se monta en el Evoque Velar y en el Discovery, mientras en gasolina se utiliza el tetracilíndrico de 300 CV y el 6 en línea (3.0 litros y 400 CV), además de un ‘Mild Hybrid (48 voltios) empleado en el Range Rover. El próximo año 2020 llegará una versión híbrida enchufable.
Así que, ‘aquel’ Defender de aluminio —no había suficiente acero entonces— que los hermanos Wilks presentaron en 1948, tiene hoy un digno —mucho— sucesor… en clave del XXI.