"Mi obsesión es protegerla de las bacterias"
Lucía vive para proteger a Maya de las infecciones. Se pone mascarilla para darle el pecho y cuando hace unos días tuvo un catarro hasta durmió con esta protección para evitar cualquier mínima posibilidad de contagiar a su hija de dos meses recién diagnosticada de fibrosis quística. Tampoco deja que el hermano de Maya, que tiene 4 años, esté cerca de la niña si coge algún catarro o virus en el colegio. «Para conseguir todo esto necesito mucha ayuda de la familia. Mi obsesión es protegerla de las bacterias». Lucía sabe que es lo único que puede hacer por su hija, que ya ha empezado a tomar alguna medicación, como enzimas para el páncreas. «Los dos primeros años son críticos. No sé cómo podrá coger una bacteria, por eso tengo obsesión con la limpieza». Los médicos le han dicho que la enfermedad no evoluciona por igual en todos los pacientes. «Estamos conociendo ahora esta enfermedad. Para mí todo es nuevo y tengo muchos temores». Lucía espera que los nuevos avances terapéuticos mejoren la calidad y alarguen la esperanza de vida de los pacientes. «Incluso tengo esperanzas de que estas noticias recientes de reparación genética puedan curar la enfermedad».