Diario de León

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Parece que fue ayer cuando su grito sobre la barandilla del transatlántico Titanic hizo que acabase en las carpetas de millones de adolescentes, pero hace ya más de dos décadas desde que Leonardo DiCaprio era «el rey del mundo», y además no pudo salvarse de las frías aguas del Atlántico. Ahora el actor cumple 45 años en un gran momento profesional, centrado en su cruzada contra el cambio climático y con la fama de eterno adolescente que le persigue.

Leonardo Wilhelm DiCaprio nació el 11 de noviembre de 1974 en Los Ángeles, California. Comenzó su carrera profesional como actor cuando tenía solo cinco años, según diversos medios estadounidenses. Su primera aparición fue en el programa de televisión «Romper Room» e hizo varios anuncios y pequeños papeles en vídeos educativos. En los años noventa apareció en las primeras series, como The new Lassie, Roseanne y Growing Pains.

En 1991 llegó su primera oportunidad en la gran pantalla. Un joven DiCaprio de 15 años participó en la tercera entrega de Critters III, una película de miedo, de bajo presupuesto. Dos años después, en 1993, compartió cartel con Robert de Niro en This boy’s life y ganó notoriedad con What’s eating Gilbert Grape, en la que interpretaba al hermano con diversidad funcional de Johnny Depp. Su actuación le valió una primera nominación a los Óscar y a los Globos de Oro. El nombre del joven actor ya resonaba en cada esquina de Hollywood.

En 1998, el actor se convirtió en una estrella por el éxito de taquilla de Titanic, dirigido por James Cameron. La cara angelical de DiCaprio hizo las delicias de adolescentes en todo el mundo, que forraban sus carpetas con los posters que, durante meses, regalaron las revistas juveniles.

Este fue su primer, y algunos dirían que único, papel puramente comercial. Tras el impresionante éxito de la cinta, el actor se alejó de este tipo de roles y se lanzó a otros más complejos y que suponían un reto interpretativo para él.

Durante años fue considerado el eterno nominado a los Óscar, ya que necesitó cinco candidaturas para hacerse finalmente con el premio de la Academia. Fue en 2016, por The Revenant.

En el terreno personal, Leonardo DiCaprio se esfuerza por mantener su vida privada fuera de los focos. En 2000, en una entrevista con la revista Time aseguró que su intención era ser todo lo ambiguo que pudiese para no revelar su verdadera personalidad, su «yo» privado. «Actúo como si fuese un enigma, pero la verdad es que no quiero que sepan quién soy y qué pienso», dijo el actor. Pero, a pesar de su esfuerzo, algunas cosas que han trascendido a lo largo de su carrera han hecho que le colgasen el cartel de eterno adolescente, de malcriado, en ocasiones promiscuo e incluso inmaduro sentimentalmente. Pero Leo ni confirma ni desmiente. Es neutro, gris, equidistante y prefiere hablar con su talento interpretativo.

tracking