Tal como soy

Hay quien se pasa la vida diciendo lo que los demás quieren oír y haciendo lo que los demás esperan que haga. ¿Le suena? Nos empeñamos tanto en encajar que dejamos de ser nosotros para convertirnos en lo que creemos que los demás esperan. Y así se nos va la vida, perdidos en cómo tenemos que ser y ajenos a cómo somos de verdad.

Cuando alguien se da cuenta de que vive así puede elegir entre enfadarse con el mundo o marcarse el objetivo de ser él mismo. De observarse, reconocerse, elegir sus propias normas y darse permiso para ser como es. Y así es como los demás también pueden empezar a vernos como somos, porque ya no necesitamos ponernos una máscara. Ya no hace falta ir de perfectos por la vida, ni decir que sí cuando queremos decir no, ni esperar a que otros aprueben nuestras decisiones.

Si sabe de qué hablo, tal vez decida que ya es hora de ser usted mismo. En ese caso, aquí tiene tres claves para lograrlo:

-Deje de dar por hecho lo que los demás esperan de usted. Ni le quieren perfecto, ni multitarea, ni capaz de llegar a todo. Quien le quiere, le quiere feliz y auténtico, y respetará lo que eso signifique para usted.

-Nunca juzgue a los demás. Si nadie juzgara a nadie, nadie se sentiría mal por lo que opinen los demás. Cada uno dejaría que el otro fuera él mismo y no le criticaría por ser como es. Pero esto no va de que los demás dejen de juzgar, sino de que empiece por dejar de hacerlo usted.

-Obsérvese para conocerse. Hay personas tan perdidas de sí mismas que creen que son educadas porque alguien les dijo que lo eran, o que son responsables porque les dijeron que había que ser así. Pero debajo de todas esas máscaras está su verdadero Ser. ¿Cómo desenterrarlo? Hágase preguntas: ¿cómo soy?, ¿qué me gusta?, ¿qué quiero?, ¿qué no quiero?, ¿para qué hago esto? Elija algo que quiera hacer diferente en su vida. Por ejemplo, eso que hace por obligación todas las semanas. Deje de hacerlo y dedique ese tiempo a algo que de verdad le apetezca. Estará un poco más cerca de quien de verdad es.