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La furia del viento del norte

León en el octavo reino

Diario de León sobrevuela East ANglia One, el parque eólico marino que Iberdrola construye en el Mar del Norte y un icono del trabajo en equipo que ayuda a sostener más de mil empleos en España

León

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El helicóptero sigue el curso del Támesis que perfora Londres hasta que, a unas pocas decenas de kilómetros de su estuario, se empieza a intuir el ‘octavo reino’ anglosajón. Se trata de East Anglia One, el titánico parque eólico marino que Iberdrola levanta en el Mar del Norte para abastecer a Suffolk, un condado con una población equivalente a la de León y Zamora donde el próximo año toda la energía que recibirán será limpia, procedente de los vientos que soplan sobre estas aguas de historias milenarias.

 

Hace solo unos días, el grupo español que preside Ignacio Galán culminaba la instalación de la mitad de los 102 aerogeneradores que componen uno de los complejos offshore más ambiciosos del planeta tras su integración en The East Anglia Hub, un macroproyecto en aguas del Reino Unido que superará los 3.100 megavatios con una inversión de 7.600 millones de euros —2.900 millones corresponden a este primer parque— en un horizonte de seis años. A vista de pájaro, la superficie marina sobre la que descansan los primeros gigantes con aspas, equivalente a 40.000 campos de fútbol, queda encogida.

   

 

El significado último de este tipo de proyectos que requieren la coordinación de cientos de personas de muy diversas nacionalidades va más allá del presente. El sistema industrial cambia y León es testigo de la transición que se está produciendo de un modelo energético basado en los combustibles fósiles a otro que empieza a articularse en torno a las energías renovables, en las que busca una salida. Porque la escala y velocidad que está desarrollando la división eólica marina de Iberdrola en el Reino Unido no sería posible sin el trabajo que se está haciendo en diversos puntos de España.

 

Y al final, empleo global es empleo local. Parte de las cimentaciones tipo jacket han sido fabricadas por los trabajadores de Navantia en Fene (Galicia), Windar ha hecho los pilotes con mano de obra asturiana y los astilleros gaditanos de Navantia, reciclados de otra industria en caída libre, fabricaron la subestación marina Andalucía II, que será la encargada de recoger la electricidad producida por los aerogeneradores y transformar la tensión para trasladarla posteriormente a la costa. Solo esta operación requiere dos cables de 85 kilómetros en el fondo del mar. A ello se suma el trabajo de otros muchos talentos, como el de ingenieros leoneses responsabilizados en áreas de coordinación. Con seguridad se puede hablar de más de mil empleos en España.

 Ignacio Galán y trabajadores de East Anglia One en el puerto de Lowestoft. DL  

Todos y cada uno de ellos —y los que estarán durante los 30 años útiles del nuevo parque— eran homenajeados hace solo unos días con la presentación en Londres del documental Unidos por el viento, donde los trabajadores reconstruyen con sus testimonios el verdadero alma, el día a día de la construcción de un proyecto de esta envergadura. Acentos de España, del Reino Unido, de Emiratos Árabes Unidos o de Países Bajos suenan cada jornada en este nuevo emporio del viento situado en aguas del que fuera uno de los siete reinos históricos de la Antigüedad en Gran Bretaña, East Anglia.