La mejor receta contra la crisis
ras se sentará Arsenio Terrón, director de la Fundación Ciudad de la Energía, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, embarcada en el desarrollo de nuevas tecnologías de almacenamiento de la energía tras una primera etapa centrada en la captura y el almacenamiento del dióxido de carbono.
«Vivir en el siglo XXI significa vivir en la era de la tecnología e innovación», recuerdan en Pharmadus, que ha dado un gran salto desde que su fundador, Secundino Escudero comenzó a vender sus remedios herbales en una pequeña tienda en año 1965 y pronto se convirtió en la primera multinacional española en plantas medicinales. Los procesos de selección y los controles de calidad hacen que «en cada taza haya un gran esfuerzo en innovación y desarrollo tecnológico», cuenta la firma en su página corporativa.
En Cupa están orgulloso de que «una de cada tres pizarras» que se instalan en el mundo sean suyas. El grupo funciona con un código ético —y las relaciones laborales son otro campo para la innovación— que regula su actividad. Espantado el fantasma de la deslocalización de hace unos año, LM Windopower es hoy uno de los pilares industriales del Bierzo en un sector como el de las energías renovables. A punto de cumplir 20 años en el Bierzo, ha producido más de 20.000 palas eólicas.
Y la Fundación Ciudad de la Energía, herramienta de la Transición Justa del Gobierno, se adentra ahora en una nueva etapa con el desarrollo de tecnologías de almacenamiento de la energía, en colaboración con el Centro de Desarrollo Tecnológico e Industrial, y en programas de eficiencia energética, claves parra el despegue de las energías renovables.
C. FIDALGO | PONFERRADA
Hay una frase de Albert Einstein a la que se agarran a menudo los empresarios que invierten en innovación, como es el caso de los asociados en la Cecale: «En los momentos de crisis, solo la imaginación es más importante que el conocimiento». Pero en la última crisis, que todavía da sus coletazos, ha sido precisamente el gasto en I+D+I uno de los primeros que el Gobierno decidió recortar, según han recordado en la fundación Cotec para la innovación, que elabora cada año un diagnóstico sobre el estado de la investigación en España. Y aunque en los últimos años se ha ido recuperando, seguía en el año 2017 por debajo de la media europea; 1,2 por ciento del PIB en España, frente al dos por ciento de la Unión Europea.
Son las empresas las que están impulsando el crecimiento del gasto en investigación en España, y en el Bierzo, tierra en transición desde el monocultivo del carbón, tantos años en crisis, tres de ellas especialmente no se cansan de defender su apuesta por la innovación; Pharmadus, en el sector de las infusiones, Cupa Pizarras, empresa Cupa Group, que en conjunto facturó en 2015 hasta 430 millones de euros y exporta a 70 países, y LM Windpower que con más de 700 empleos en su factoría de palas eólicas en Santo Tomás de las Ollas ha alcanzado una facturación de 158 millones de euros. Junto a sus responsables, Beatriz Escudero por Pharmadus, José López Caloto por LM y Eduardo Mera por Cupa Pizarras, en la mesa redonda del miércoles 4 a las 11.00 ho