«Los hábitos sostenibles con el medio ambiente reducen los cánceres»

Estanislao de Luis Calabuig (70 años), catedrático de Ecología de la Facultad de Biología de la Universidad de León, actualmente Ad Honorem (colaborador investigador), Premio de Castilla y León de Medio Ambiente, investigador, uno de los 45 investigadores principales del Informe Sobre el Cambio Climático en España, con el estudio de los ecosistemas terrestres y durante 14 años vicepresidente de la Junta Provincial de la Asociación Contra el Cáncer de León, ocupará oficialmente el cargo de presidente a partir de enero. Sustituye a Serafín de Abajo, que cesa tras 16 años al frente de una asociación. El nuevo presidente tiene planes. Aprovechará sus conocimientos como experto medioambiental para impulsar programas de prevención del cáncer.

—¿Cómo empezó su vinculación con la asociación?

—Por un cáncer de colon en el año 2005. El mismo año que me dieron el Premio de Castilla y León de Medio Ambiente. Parte del premio lo utilicé para pagarme la operación.

—¿No se operó en un hospital público?

—Los funcionarios civiles del Estado somos de Muface. La operaciones entonces eran muy invasivas, pero había un especialista que las hacía menos agresivas. En mi caso la operación no requería mucha complicación. Tenía un cáncer de 10 cm. Pagué a este especialista.

—Hace catorce años no existía el protocolo de test de sangre oculta en heces, una prestación que incluyó Sacyl en 2014 por la insistencia de la Asociación Contra el Cáncer.

—El cáncer de colon es el más frecuente en España. En la asociación se hacían pruebas de detección de sangre oculta en heces, pero no se conocía mucho. Fue la asociación la que insistió para incluirla en el sistema sanitario. Pero no está completo. Un 15% de los trabajadores pertenecen a mutuas y no reciben las cartas para que se hagan las pruebas. Nuestro objetivo es que se extienda a todos los trabajadores. Hacer un test de sangre oculta cuesta dos euros y una colonoscopia asciende a 280 euros. Tratar un cáncer de colon cuesta de media 27.000 euros. A cualquier aseguradora le resulta rentable.

 

—Además de como paciente ¿por qué decidió involucrarse con la asociación, de la que es vicepresidente?

—Serafín y yo colaborábamos mucho en programas de televisión y conferencias. Decidí entrar para colaborar. Al mes me nombró vicepresidente. Desde ese momento mi obsesión ha sido fomentar la investigación Me he involucrado directamente en las subvenciones a proyectos de investigación del cáncer. La Junta Provincial de León ya ha aportado 700.000 euros a distintos proyectos.

—Hay dos convocatorias pendientes de resolución ¿no?

—Si, se resolverán en mayo. Las propuestas están en la Fundación de la asociación en Madrid. La Fundación tiene un sistema que es diferente a cuando empezamos. Antes me encargaba yo en buscar a los evaluadores, pero la gente podía pensar que la elección de los proyectos podía ser subjetiva. Una de las pautas de la asociación es la transparencia y para evitar problemas se instauró a nivel nacional que las evaluaciones entraran dentro de las generales de todos los proyectos de investigación.

—Favorecen que los proyectos sean de León

—Ponemos la condición de que la investigación tenga vinculación con León. Ahora lo hemos ampliado a Castilla y León. Lo que queremos es potenciar la investigación contra el cáncer. Cuando pedimos que la gente colabore con la asociación lo hacemos para eso, para investigar tanto a nivel nacional como en Castilla y León.

— Hace poco se ha celebrado en Madrid la Cumbre del Clima COP 25. Los científicos están empeñados en que la sociedad se conciencie de que los factores ambientales provocan cáncer. ¿Cómo va a repercutir en la salud de las personas el hecho de que los gobiernos no lleguen a acuerdos concretos para reducir los gases contaminantes?

—Es muy complejo. Las decisiones son cuestiones políticas, pero van a repercutir en la salud. Está demostrado que hay factores ambientales vinculados a los cánceres. Los primeros fueron los deshollinadores de Londres, que padecían cáncer de escroto y se relacionó de manera concreta por la alteración y la contaminación del entorno. Pero también es un entorno ambiental contaminante el que provoca el humo del tabaco. Antes de la Ley Antitabaco los bares estaban llenos de humo y aunque no fumaras estabas en un entorno ambiental alterado. También está comprobado cómo otros factores de alteración ambiental pueden provocar cambios en el sistema genético, mutaciones que pueden derivar en cánceres. El cáncer es un monstruo de más de doscientas cabezas. Por otra parte, no sabemos qué deriva van a tomar los factores ambientales, que es lo que pasa a nivel global. Son asuntos extraordinariamente complejos y juntar las dos cosas, salud y medio ambiente, todavía muchísimo más. Esa es una de nuestras funciones, comprobar qué altera la salud, y lo que sí altera es la contaminación. Los microplásticos son un ejemplo, ya los tenemos en nuestro cuerpo. El organismo puede reaccionar de alguna manera. No todo será cáncer, pero otras sí.

—Hay políticos que cuestionan el cambio climático. ¿Hay cambio climático?

—Claro que sí

—¿La mano del hombre está detrás de este cambio?

—El hombre está acelerando el proceso. La crisis climática significa que hay una alarma porque cambia muy rápido. Ya no hay forma de pararlo y si se para no lo veremos nosotros ni nuestros hijos ni nuestros nietos. Es como intentar que frene de golpe un coche que va a 200 km/h. Es imposible que frene de golpe porque te puedes dar el trastazo. Si se tomaran medidas drásticas ahora todavía se tardarán milenios para frenar las consecuencias. Eso suponiendo que nos comportáramos a partir de ahora como niños buenos y limitamos los gases de efecto invernadero para el 2050. Hay es imposible que se tomen medidas sobre la limitación del consumo de petróleo que se noten en 2050. Los políticos no toman medidas.

—¿Cómo afectará a la salud y al planeta el hecho de que los políticos no tomen decisiones?

—El planeta tiene capacidad de resistirse a los cambios, pero para la especie humana puede ser una catástrofe. Ya notamos los efectos sociales con la migración por las condiciones de vida inaguantables en algunas zonas del planeta. Los efectos sobre la salud serán importantes. Aumentarán los cánceres, afecciones pulmonares, contaminación acústica. También afectará a los seguros médicos. La primera ola de calor en Europa en el año 2000 provocó miles de muertes.

—Todos estos conocimientos que tiene sobre salud y medio ambiente ¿de qué manera van a afectar a su toma de decisiones como presidente de la AECC?

—Esa es la idea. El trabajo de Serafín de Abajo ha sido impresionante. No podré llegar a ello entre otras cosas porque no soy médico. Lo mío es el cáncer a nivel global, el cáncer del planeta. Lo que está claro es que hay algunos factores ambientales que pueden afectar al desarrollo de un cáncer y es muy complejo establecer proyectos en este sentido. Esa fue una de mis propuestas en la última entrevista que tuve en la Asociación Contra el Cáncer en Madrid antes de que decidieran nombrarme presidente de León. Creo que además de hablar del tabaquismo, la alimentación y el ejercicio, hay que convencer a la gente de que las condiciones de vida cambiarán y mejorarán si llegamos a una sostenibilidad ambiental y, por tanto, habrá menos cánceres. Esa es una nueva estrategia. Se traduciría en campañas de información. Dar información contrastada de que puede ocurrir, que si se hace una vida sostenible ambientalmente, la sociedad tendrá menos cáncer. Los efectos de la contaminación del agua y de los microplásticos se conocerán poco a poco. Que el cambio climático afecta a la salud está demostrado. Entre esas afecciones algunas están relacionadas con el cáncer.

—¿Serafín de Abajo seguirá vinculado a la asociación?

—Se va a quedar como vocal. Mi idea es y utilizar más su potencial. Me sugirieron en Madrid que me rodeara de profesionales.