Diario de León
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Los productos cosméticos avanzan a marchas forzosas para rejuvenecer el rostro de las mujeres, pero no son realmente eficaces si no se aplican correctamente y con un determinado protocolo. En la ciudad española de Barcelona, el nombre de la facialista Silvia Oliete y su Masaje de Remonte, ideado hace más de veinte años y perfeccionado después de haber aplicado más de 45.000 sesiones, es el secreto mejor guardado entre artistas, diseñadoras de moda o influencers. Estas celebridades se jactan de posar con la «cara lavada» después de haber pasado por sus manos. Aquí desvelamos parte de la fórmula de esta masajista de prestigio internacional.

«Mi Masaje de Remonte es artesanal, ya que actuó solo con mis manos y una técnica consistente en aplicar un masaje de roce a toda la musculatura facial en profundidad, desde el cuello hasta las cejas, pómulos incluidos, para subir las facciones», asegura a Efe Silvia Oliete, directora y fundadora de Blauceldona, con dos centros en Barcelona y una enorme lista de espera para pasar por sus manos.

Esta profesional, que no utiliza ninguna aparatología para su masaje, inicia la sesión con una limpieza profunda de la piel, continúa con una profunda sesión de masaje «de aproximadamente una hora, muy agradable para la paciente, hasta que provoco en el rostro lo que denomino una «colagénesis», o formación de nuevo colágeno», indica. «El resultado es un lifting facial de efecto inmediato con una piel más pulposa, rehidratada y luminosa, con todo el rostro hacia arriba, con los pómulos más marcados, el óvalo facial definido, y las cejas altas y abiertas», subraya la experta.

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