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Empieza el nuevo año, que no la temporada, con el último partido de la primera vuelta y haciendo visita a un territorio con historia como es Getxo, localidad donde juega el Arenas. La situación en la tabla del conjunto culturalista estando en los puestos de promoción, segunda posición, refleja lo realizado hasta el momento, pero mostrando un camino de luces y sombras.

Y es que el empate en el Reino de León en el último partido dejó un poco el sabor de boca amargo a una trayectoria en casa casi impoluta, todo lo contrario que los resultados cosechados como visitante, donde conseguir un triunfo cuesta sangre, sudor y lágrimas. Hoy debería empezar un cambio en esa dinámica fuera de casa, que rompa la estadística y busque una regularidad en los partidos tanto como local y como visitante. Tiempo de reflexión ha habido en este parón navideño para que el cuerpo técnico analice esta situación y la plantilla sea consciente de que es lo que hace falta para corregir los errores producidos, para revertir esa situación.

Es tiempo de mercado de invierno, de ver cómo se van viendo caras nuevas que sirvan como refuerzos de las carencias que se han mostrado hasta ahora partido tras partido y se necesitan poner remedio, para que no se repitan. Todo esto conlleva el decir adiós a otras tantas caras que se han visto, unas más conocidas que otras, dependiendo los minutos jugados, y que implican los movimientos que durante la temporada tienen que convivir los futbolistas. Es como diríamos, ley de vida y de mercado, porque el equipo está por encima de cualquier jugador y sus circunstancias.

Volviendo a la competición liguera, hoy es una buena ocasión de que la Cultural haga un buen regalo de Reyes a su afición y marque territorio con los rivales, para que una victoria empiece a tener su peso en esa asignatura pendiente que es ganar partidos, cuando se actúa como visitante.