EDITORIAL | Educación inclusiva real en las aulas
Atender las necesidades de los menores en situaciones diversas a las de la mayoría de los alumnos es una obligación que las administraciones no pueden eludir
La educación inclusiva necesita recursos porque no se trata sólo de verbalizar y plasmar en papel una cuestión políticamente correcta. Atender las necesidades de los menores en situaciones diversas a las de la mayoría de los alumnos es una obligación que las administraciones no pueden eludir y no hay más manera de afrontar este desafío que la de dotar a las aulas de los expertos adecuados para ejercer esta labor.
Esta circunstancia quedó ayer en evidencia en el encuentro organizado en León por el sindicato UGT, en el que se reunieron profesionales de educación social, fisioterapia o enfermería, que reclaman entrar en los centros educativos para poder hacer realidad la inclusión. Además, la reivindicación pone el acento en que en la Universidad de León se imparten los grados relacionados con estas profesiones, cuyos estudiantes tendrían otras salidas laborales y con servicio social.