Donde Cabrera rima con arquitectura sostenible
El arquitecto Eduardo Prieto identifica el origen de la civilización con el momento en que el ser humano empieza a «crear un microclima para protegerse de la naturaleza» a través de construcciones que, en principio, servían para preservar el fuego. «Fuego» es el título del capítulo que abre su libro ‘Historia medioambiental de la arquitectura’, que aborda en otros tres apartados el resto de elementos de la cuaterna clásica —tierra, agua y aire— en ese orden y sin arreglo a orden cronológico. No plantea un retorno a las sociedades primitivas, «en las que se consumía muy poco pero eran muy precarias», sino que insta a encontrar el equilibrio «entre no perder del todo el confort y tampoco despilfarrar». Villar del Monte, uno de los pueblos citados la Arquitectura tradicional leonesa del arquitecto José Luis García Grinda, es un modelo de arquitectura sostenible (piedra, paja, pizarra y barro) del pasado sobre el que se proyectan usos futuros que contribuyan a revitalizar el pueblo, al que retornan emigrantes jubilados o eligen como segunda casa nuevos vecinos amantes de la tradición. El arquitecto leonés Javier López Sastre ha dirigido muchas de las restauraciones, incluido la recuperación de las fachadas y corredores de la calle principal que pagó la Diputación provincial.