Más que un papelín
Casarse por la iglesia en León exigirá más tiempo de preparación
La iglesia católica de León ampliará la duración de los cursillos prematrimoniales porque «15 horas es poco para prepararse para la vida». La idea es dedicar «más tiempo y acompañamiento» a las parejas para una decisión meditada y evitar los fracasos, como aconseja la Conferencia Episcopal.
No saben cuánto tiempo, pero ampliarán la duración de los cursillos prematrimoniales en León. El modelo y la fecha de implantación se debaten desde hace dos años y se tratará de implantar el próximo curso, siguiendo las directrices de la pastoral familiar de la Conferencia Episcopal.
En el documento ‘Mucho más que dos’, que salió a la luz la semana pasada, los obispos recomiendan de dos a tres años de duración de la preparación de los novios que quieren casarse por la iglesia católica.
La gente se casa menos y cada vez menos por la iglesia. Pero los obispos quieren que quienes eligen esta opción lo hagan con todas las de ley, «que asuman la responsabilidad desde un punto de vista cristiano», como señala Luis Arteaga, responsable de los cursos prematrimoniales que imparte la Diócesis de León. Las parejas llegan al matrimonio «alejados del compromiso con la iglesia desde la primera comunión o la confirmación, hay un gran vacío que se quiere cubrir de alguna manera».
«Estudiamos las posibilidades y las formas de hacerlo», puntualiza el delegado de la pastoral familiar Antonio Coca. De una parte se quiere actualizar la preparación «a las necesidades de las parejas» y de otra se buscan formas para acercar a esta preparación cristiana de forma más cercana a los inicios de la relación que a la propia boda.
Las dos semanas o varios fines de semana en que se ventila un curso prematrimonial: «Quince horas es poco para prepararse para la vida. Queremos ampliarlo a más tiempo y que vayan evolucionando en su caminar al matrimonio o la ruptura antes de llegar a la boda», señala Coca.
Se trata de ofrecer «un tiempo y acompañamiento más largo para discernir ese compromiso», añade. Evitar los divorcios o rupturas tempranas es uno de los objetivos de esta reforma que lidera el obispo de Bilbao, Mario Iceta, como responsable de la pastoral familiar en la Conferencia Episcopal.
Las bodas por el rito católico han descendido en León al 23,6% del total de matrimonios que se celebran en la provincia entre personas de distinto sexo. Desde que en 2009, los matrimonios civiles dieron el sorpaso a los canónicos la tendencia ha ido cada vez más a la baja.
"Quince horas es muy poco tiempo para prepararse para la vida", asegura Antonio Coca
En 2005, las parejas que pasaban por la vicaría era el 58,5%, 1.012 bodas de 1.727 que se registraron en la provincia de León. En menos de quince años, la cifra de matrimonios ha caído un 22% en León, mientras que las bodas católicas disminuyen un 68,6% en este periodo y las civiles aumentan el 43,9%.
Matrimonios veteranos como Antonio y Arselina (delegación de la pastoral familiar) y Luis y Merche (coordinadores de cursos prematrimoniales) forman parte de los equipos que imparten los cursos de preparación al matrimonio en la Diócesis de León.
Las dudas que plantean «son muchas», pero «lo que más les preocupa es si durará y la decisión de tener hijos», comenta Arteaga. «La pregunta clave es: ¿Cuál es la receta para que nuestro matrimonio dure? y la respuesta es que no hay recetas. Es el trabajo diario y la disposición», apostilla Coca. La mayoría de las parejas van al matrimonio, también al canónico, después de un tiempo de convivencia así que hay temas de sexualidad como la castidad que «ni se tocan», pero tampoco otros como la masturbación «porque no hay tiempo», precisan.
Sin embargo, se ven casos de parejas que se separan al poco de contraer matrimonio después de años de convivencia. Evitar las rupturas y divorcios, al menos de forma tan temprana es otro de los objetivos de la reforma de los cursillos en base a la exhortación del papa Francisco ‘amoris laetitia’, la felicidad del amor.
Un total de 175 parejas participaron el año pasado en los cursillos prematrimoniales que darán comienzo el próximo sábado 18 de enero para la modalidad de dos fines de semana y el lunes 20 para la de cinco días laborales. Son muchas menos que hace 35 años cuando se casaron Merche y Luis.
También son más mayores, porque se ha retrasado la edad al casarse. Pero la preparación se ve tanto o más necesaria que entonces. «Es verdad que muchas asisten inicialmente porque necesitan el papelín, pero también es verdad que al finalizar los cursillos cambian», subraya Antonio Coca al defender su utilidad.
La preparación se ofrece a un mínimo de cinco parejas y un máximo de 35 en la iglesia de Santo Toribio de Mogrovejo de la capital los fines de semana del 18 y 19 y 25 y 26 de enero y los del 21 y 22 y 28 y 29 de marzo.
Los cursos de cinco laborables se imparten en Santa María del Páramo —20 al 27 de enero y 3, 10 y 17 de febrero—, en la parroquia del Humilladero de La Virgen del Camino, del 10 al 14 de febrero y del 18 al 22 de mayo y en Valencia de Don Juan del 17 al 21 de febrero.
Los contenidos abarcan desde charlas de psicología de la pareja a formación «en el auténtico y verdadero amor cristiano». «Intentamos hablar de manera positiva, del encuentro entre dos que es la pareja», comenta el delegado de pastoral familiar.