Climatología
La década más calurosa de la historia
Registró una media de 0,95 grados centígrados más que en la década anterior Fue el 43 año consecutivo con aumento
La pasada década fue la más cálida desde que existen datos, mientras que 2019 fue el segundo año con temperaturas más altas de la historia, con una media 0,95 grados centígrados superior a la del siglo XX, solo por detrás de la registrada en 2016 (+0.99 grados centígrados), anunció hoy el Gobierno de EE.UU.
Así lo muestra un estudio conjunto de la Nasa y la Administración Oceánica y Atmosférica Nacional (Nooa, en sus sigla en inglés), que también apunta que los cinco años más cálidos de los últimos 140 se han documentado desde 2015.
Nueve de los diez años con la media de temperatura más alta desde 1880 forman parte de los últimos 15 años. Los datos de 2019 suponen que este fue el 43 año consecutivo con un aumento de las temperaturas terrestres y oceánicas respecto a la media del siglo pasado. El último año recogió un incremento de las temperaturas respecto a ese promedio de 1,42 grados en tierra y 0,77 grados en los océanos, solo superado por las subidas de 1,54 en la superficie terrestre y de 0,79 en los mares de 2016.
Nueve de los diez años con la media de temperatura más alta, en los últimos 15 años
2019 fue el segundo año más caluroso del que se tiene registro en Sudamérica, con una media superior en 1,24 grados a la del siglo XX, una alza que solo se vio superada en 2015. Los cinco años con las temperaturas más altas en este continente de los últimos 140 han acaecido desde 2014.
En Europa, el año pasado fue también el segundo año más cálido. Además, en los últimos seis años se han registrado las temperaturas medias más altas en la historia del continente.
La temperatura media de Europa ha crecido en 0,14 grados por década desde 1910, pero este crecimiento se ha más que triplicado desde 1981, hasta alcanzar una media de 0,46 grados. Norteamérica es la única región que no registra una temperatura media anual entre las más altas de su historia, pues a finales de 2019 se vio afectada por una oleada de frío ártico.