El estatus del agricultor

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El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha transmitido la necesidad de explicar a la sociedad el esfuerzo que hacen los agricultores por proveer alimentos de calidad, sanos, saludables y a precios «razonables», para que así los valoren. Este ha sido uno de los mensajes que ha lanzado tras reunirse con las organizaciones agrarias Asaja, Coag y UPA.

Para Planas, la «reputación y valorización» del sector primario tiene que estar «fuera de discusión» porque el balance que aporta a la sociedad es «inmensamente positivo» y es «pionero» en la defensa del medio ambiente. Por eso, se ha comprometido ante las organizaciones agrarias a seguir «trabajando y dialogando, mano con mano», para hacer frente a «todos los problemas y cuestiones» que se plantean.

Temas prioritarios

Uno de ellos será la Política Agraria Común (PAC), que afronta en 2020 un año «clave» porque el Marco Financiero Plurianual de la Unión Europea (UE), del que depende el presupuesto, tiene que quedar cerrado en marzo. El compromiso del Gobierno, ha dicho, es defender los fondos necesarios para dar «estabilidad y futuro» al sector.

Respecto a los aranceles impuestos por Estados Unidos a numerosos productos alimentarios, espera que estas tasas «puedan desaparecer» porque «son una carga injusta sobre nuestro sector agroalimentario».

También ve necesario darle un «nuevo impulso» a la política de seguros agrarios y prestar especial atención a sectores que necesitan «de una mayor actuación», como el del aceite de oliva que se someterá a la tercera licitación de almacenamiento privado. Según Planas, España está intentando que la Comisión Europea comprenda la necesidad de almacenar volúmenes suficientes para que tenga efecto en los precios del mercado. Las crisis en el sector de la fruta de hueso y en la horticultura intensiva (bajo plástico) son otros de los asuntos más acuciantes que tiene sobre la mesa, así como un repaso a las «hojas de ruta» a seguir con el sector del vino y los cítricos.

En cuestiones parlamentarias, durante esta legislatura intentará conseguir el apoyo de «amplias» mayorías para sacar adelante sus proyectos, como la actualización de la Ley para la mejora del funcionamiento de la cadena alimentaria (tendrá que actualizarse para adaptarse a la normativa comunitaria) o un impulso a la titularidad compartida. El ministro espera una legislatura «de cuatro años» que permita «intervenciones más significativas y duraderas en el tiempo».

Organizaciones agrarias

Por su parte, Asaja, Coag y UPA le han trasladado el «cabreo y preocupación» del campo por las crisis de precios en numerosos sectores que reclaman respuestas a la situación e incluso han avanzado la celebración de movilizaciones por diferentes puntos de España.

Pedro Barato ha incidido en ese «cabreo» que afecta a sectores como el del aceite de oliva porque el almacenamiento privado aprobado por la Comisión Europea es una «tomadura de pelo». Por su parte, los productores de fruta de hueso «no ven el fin» a su crisis y llevan «varios años» con problemas, ha recordado Barato. Miguel Blanco ha alertado de la crisis por las caídas de ventas, los precios a la baja y de una liberalización creciente del mercado que genera «volatilidades y dispara costes». Para Blanco, es inaceptable aceptar recortes en las ayudas de la futura PAC y ha pedido que España negocie bien el brexit con el Reino Unido —porque la agroalimentación se juega «mucho»—, de modificar la Ley de la cadena alimentaria, incluyendo en ella la venta a pérdidas, y de poner en valor al regadío porque se está «criminalizando inexplicablemente».