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ARANCHA GONZÁLEZ LAYA

Despoblación, carbón y los aranceles

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León

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Arancha González Laya se estrena en el Ministerio de Asuntos Exteriores Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación en sustitución de un primer espada en la política española como es Josep Borrell.

Y tiene tajo por delante en lo tocante a aspectos muy concretos que tocan muy de cerca a la realidad de León en 2020. Y aquí hay de todo: tanto viejos problemas como otros nuevos que han surgido en los últimos tiempos.

Entre los primeros hay dos muy concretos: la necesidad de frenar la sangría poblacional que sufre la provincia y la urgencia de activar planes que permitan reactivar de nuevo zonas mineras donde ha desaparecido el carbón. Zonas como Laciana, el Bierzo o la comarca de Gordón donde el oro negro ha dejado de fluir y con él se ha paralizado casi todo.

En este capítulo ya hay voces que culpan al Gobierno del recorte que han sufrido los fondos mineros. Acusan al PSOE del «cierre precipitado e innecesario cierre del carbón y las térmicas en España» sin haber elaborado antes un plan alternativo para el colapso que eso iba a suponer en las comarcas afectadas. Y en este punto el PP afirma que esa mala gestión de los plazos trae ahora como consecuencia que de los más de mil millones de euros que corresponderían a España si mantuviera todavía la actividad energética, le van a corresponder tan solo 307 al excluir a España de las ayudas a la descarbonización y optar únicamente al reparto de ayudas a las regiones mineras en transición.

Muchos millones. Muchas posibilidades sin duda. Y aquí González Laya tiene sin duda un primer reto. Máxime cuando esa diplomacia de tintes claramente económicos es lo que quiere el nuevo Gobierno de su gestión.

Hay 100.000 millones millones que se repartirán las zonas europeas con minas en declive y aunque la mayor parte se la llevarán Alemania y Polonia porque son países donde el ochenta por ciento de su producción energética continúa siendo carbón, León debería tener más ‘cacho’ en el reparto de esa tarta. Sin duda.

La despoblación es otro de los frentes abiertos. León se vacía año a año y ahí hacen falta acciones coordinadas entre Europa y los distintos gobiernos. Nos va mucho en este envite.

Se habla de la conectividad, el emprendimiento y la innovación son las tres palancas que deberán favorecer la lucha contra la despoblación.

La despoblación necesita de esfuerzos y de políticas conjuntas y esa necesidad debe llegar al corazón de Europa. Además, la tercera pata del ministerio de González Laya es cooperación. Y ese término es sinónimo de ayuda y colaboración para, primero, fijar población, y en segundo lugar, atraer a otra nueva.

Hasta aquí los problemas viejos. Entre los nuevos, González Laya ha ‘heredado’ uno muy concreto derivado de la cuestionable política económica de Donald Trump, imponiendo el año pasado fuertes aranceles a muchos productos europeos, entre ellos los agroalimentarios. Y esos aranceles -de hasta un 25%- afectan al vino y a un producto tan típico como el jamón. Y en consecuencia ponen en claro riesgo exportaciones que superan los 27 millones de euros en el conjunto de la Comunidad de Castilla y León, que se traducen en el 8,6 por ciento de las ventas al país norteamericano (313 millones el pasado año).

Por sectores, el vino es el más perjudicado: más de 20 millones de euros generaron el año pasado las exportaciones al mercado norteamericano. Otro asunto sin duda que debe incluir González Laya en su agenda de diplomacia económica.