MINISTRO DE CIENCIA E INNOVACIÓN

Este ingeniero aeronáutico de 56 años por segunda vez ministro de España se considera, por encima de todo, astronauta. Lo deja claro en su Twitter, donde lo antepone a su cargo como nuevo ministro, ahora de Ciencia e Innovación, desgajada de su cartera la competencia de Universidad por decisión del presidente del Gobierno y de un pacto de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos para dirigir este país. Luchador infatigable contra el negacionismo climático, que se ha extendido ahora en España a dirigentes políticos del PP , no ha estado exento de polémica en su anterior labor por su apoyo a la educación privada, especialmente la universitaria, siendo miembro de un gabinete que se confiesa defensor de lo público. Tímido y discreto, ha ‘pisado’ dos veces el espacio exterior. De vuelta a la tierra, tiene la misión de hacer despegar la investigación, la innovación y el desarrollo en un país que apuesta poco por la ciencia como motor social y económico. Una carrera más compleja que la espacial, que no puede perder. Sus dos últimos tuits son dos homenajes a científicos: Massagué y Ramón y Cajal.