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El mejor secreto de Gaudí
El Palacio Episcopal de Astorga cuenta desde diciembre con una nueva sala musealizada en su sótano. El espacio abovedado diseñado por Antonio Gaudí para albergar la colección epigráfica, numismática y lapidaria recorre la historia de la Diócesis asturicense desde la época romano
Sin duda alguna el más gaudiniano de los espacios del Palacio Episcopal de Astorga es el sótano. Un lugar desconocido porque hasta hace bien poco no se encontraba abierto al público, pero que desde el pasado mes de diciembre sus secretos y misterios están abiertos a todo el mundo tras su musealización.
La posibilidad de apreciar la arquitectura en toda su amplitud, sin divisiones que lo fragmenten, le proporcionan todavía una categoría visual más completa, un juego de composición sorprendente. La combinación entre la piedra vista de pilares y columnas con el ladrillo de las bóvedas y el granito de las claves con ese juego curvo que describen los arcos, produce una combinación que evoca los mejores ejemplos de la obra de Antonio Gaudí.
Un proyecto de musealización del sótano del Palacio Episcopal dirigido por Manuel Arias, subdirector del Museo Nacional de Escultura de Valladolid, y desarrollado por la empresa Imagen MAS. Uno de los aspectos más importantes, no es la instalación de nuevas piezas sino la nueva ubicación y los elementos expositivos, que se han cambiado para ir acordes con el Museo Lapidario y Epigráfico. El Museo Lapidario se fundó en 1912, iniciativa novedosa que nació de una idea del obispo Juan Bautista Grau de fundar un museo diocesano. Se han instalado cuatro paneles al fondo de la sala donde se habla del diseño arquitectónico de Gaudí, los orígenes del museo, así como las antiguas cartelas que explicaban las piezas y las lápidas. También se dedica un texto al sacerdote Marcelo Macías, estudioso de la historia astorgana y una figura clave en la puesta en marcha del Museo Epigráfico del sótano del Palacio de Gaudí.
Con este proyecto de musealización en el Palacio de Gaudí, que ya ha completado tres de las cuatro plantas del monumento, su director, Víctor Murias, ha querido dotar de un sentido las piezas y salas que componen el Museo de los Caminos. Para ello, se han mantenido piezas simbólicas de la historia de la Diócesis asturicense desde sus orígenes romanos y hasta el medievo.
Durante los pasados meses se ha llevado a cabo una selección y modernización del sótano con la elección de nuevo material explicativo y la reorganización de las piezas. En el próximo año se espera terminar la musealización del Palacio de Gaudí, con la finalización de la planta noble. Destacan en el sótano, entre otros, el Miliario romano, hito de granito que se colocaba al borde de las calzadas para marcar las distancias en los caminos imperiales. Asimismo, con este proyecto, cobran nuevo protagonismo los sepulcros medievales de los Pimentel, procedentes de la localidad zamorana de San Ramón del Valle.