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Libro

De aquellos niños de la guerra a los ‘menas’

Fernández desgrana la vida de Paco Robles como ejemplo del exilio infantil durante la Guerra Civil y sus ecos actuales

León

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Paco Robles, el niño vasco de Ma nsilla de las Mulas es el título del libro en el que Miguel Ángel Fernández, un asturiano que veraneaba de guaje en la villa del Esla, relata la historia del exilio infantil de la Guerra Civil española a través de un protagonista de excepción.

Ayer desgranó la peripecia vital de Francisco Robles Hernando, nacido a los pies de la Catedral de León, como parte de los casi 4.000 niños y niñas evacuados a Inglaterra desde el puerto de Santurce, tras el bombardeo de Guernica, dentro del ciclo de Filandón de El Corte Inglés.

Paco Robles, a sus 93 años, forma parte de la diáspora que quedó repartida por el mundo de la que constituye la mayor evacuación infantil que se conoce en la historia, pues fueron más de 30.000 los menores que salieron de España durante la Guerra Civil durante más o menos tiempo. La historia de Paco, como niño de la guerra, llegó a oídos de Miguel Ángel Fernández mucho después de conocer a este hombre en la casa de sus padres en Mansilla de las Mulas. La familia de Fernández, de Langreo, veraneaba en León en los años 50-60. Venían a secarse a las tierras del sur de León como tantos asturianos y se alojaban en casa de Germiniano Robles y Martina Hernando, el padre y la madre de Paco.

A Miguel Ángel, que era un chaval, le llamaba la atención aquel hombre que llegaba desde Inglaterra con mucho predicamento. Era el único al que, aparte de los mineros de su pueblo, oía hablar mal de Franco. También le descubrió la fotografía en color y supo, de su boca, que «el whisky sabía a matarratas».

Antes fue España

"Hay que refrescar la memoria cuando despreciamos a los menores que llegan aquí"

En casa de los Robles se hablaba de las aventuras del tío Patapalo, el célebre Francisco Robles, abuelo de Paco, que se reconvirtió en maestro de escuela y recaudador de impuestos tras sufrir la amputación de una pierna en una serrería y que finalmente perdería también la segunda pierna.

Fue de mayor, a comienzos del siglo XXI, cuando Miguel Ángel Fernández tiene noticia de la evacuación infantil del País Vasco en la que estaban Paco Robles y su hermana María Jesús porque la familia se había trasladado a vivir a Baracaldo y eran de ideas socialistas.

Se acababa de fundar la Asociación de los Niños Vascos en Inglaterra que ha recogido la memoria de aquella expedición que fue tan bien acogida por las clases populares que se solidarizaron con la República como despreciada por las clases más acomodadas, comentó Fernández.

Y es aquí donde encuentra el eco de lo que hoy sucede con los menores no acompañados que llegan a España y a otros países de Europa y son criminalizados y despreciados. «Hay que refrescar la memoria cuando despreciamos a los menores que llegan aquí», apostilla Fernández. Paco Robles fue uno de los casi medio millar de aquellos niños que se hicieron adultos en Inglaterra y ahora es testigo del Brexit.