ALQUILER DE NOVIOS
Tener pareja es un asunto de vital importancia en China. Los padres quieren ver casados pronto a sus hijos. Ser veinteañero y no tener un compromiso formal es una desgracia social. Por eso, los jóvenes alquilan pareja para acudir a los eventos familiares. Una relación de pega. Esta práctica, para la que hay hasta aplicaciones, ha suscitado un debate en el país por sus implicaciones éticas y morales. Es el gran choque generacional.
Para los que no encuentran a su media naranja o los que no desean hacerlo, en China existen desde hace años un mercado que permite a los solteros alquilar un novio o novia para cumplir con la familia en momentos clave.
Con la digitalización, encontrar una pareja de pega resulta más sencillo. En la aplicación ‘Hire me Plz’ (‘Contrátame, por favor’), por ejemplo, que cuenta con más de 700.000 usuarios registrados.
«SOLO ALQUILO MI
TIEMPO, NO MI CUERPO»
Zhao Yuqing, una bloguera china, decidió publicar una oferta como ‘novia falsa’ y compartir su experiencia. En el anunció contó que no cobraría nada más que el precio del transporte si tenía que desplazarse de lugar. Poco después de publicarlo, ya había recibido más de 500 respuestas. Al final tuvo que elegir entre 700 candidatos y se decantó por un operador web treintañero llamado Wang Quanmin.
Quanmin, pareja de pega contratada por Yuqing , estaba siendo presionado para que encontrase esposa y contactó con ella por una necesidad real de alquilar una novia. La bloguera viajó a la ciudad en la que vivían los padres de Quanmin y se hizo pasar por su pareja ante ellos.
No es una excepción. No hay sexo. Sólo apariencia. Las ofertas y las demandas suelen llevar la etiqueta de ‘servicios verdes’, lo que significa que se requieren o se brindan experiencias que no incluyen contacto físico, como besos o relaciones sexuales.
«Solo alquilo mi tiempo, no mi cuerpo», escribió una mujer de 27 años, de Shenzhen, en una página web dedicada al alquiler de parejas.
También hay mujeres que recurren a este mercado para solventar momentáneamente su soltería ante la familia.
Según el periódico China Daily, alquilar un novio ronda los 200 dólares.
En un grupo de chat con cerca de mil participantes, numerosos hombres anuncian sus servicios como parejas falsas e incluyen algunas características, como su altura, peso, estudios y los servicios que provén como novios.
Un hombre que responde al nombre ficticio de Guo Yi afirma haber sido alquilado en varias ocasiones. Si alguna mujer estaba interesada en sus servicios, tenían que firmar un acuerdo y ella debía adelantar parte del dinero. Además, debía hacerse cargo de los gastos de transporte.
El alquiler de novios ha suscitado un debate en China por sus implicaciones éticas y morales.
Yue Qian, profesor de sociología en la University of British Columbia (Estados Unidos), sostiene que una de las razones de su existencia es la disparidad entre generaciones.
«La generación anterior tiende a anteponer el matrimonio a todo y, para ellos, un matrimonio malo puede ser mejor que la soltería», dice.
«La generación más joven está expuesta a valores occidentales y piensa que el estado civil no es la única manera de medir la felicidad y el éxito», recalca el profesor.
30 MILLONES DE CHICOS
MÁS QUE DE CHICAS
Durante 36 años, China ha aplicado la llamada ‘política del hijo único’ por la que las parejas solo podían tener un descendiente. En ese contexto legislativo, los padres preferían tener niños ya que se valoraba más tener un varón que una niña, y se recurría a los abortos selectivos, a pesar de su prohibición. El resultado es que en la actualidad se estima que en China hay 114 hombres por cada 100 mujeres.
En 2007, un estudio de la Comisión Nacional para la Población y la Planificación Familiar preveía que en el año 2020 habría en el país 30 millones más de hombres que mujeres jóvenes. Y en esta situación, para los varones es más complicado encontrar esposa, sobre todo para aquellos con menor nivel de estudios y trabajos peor remunerados.
A los hombres solteros que ya han cumplido los treinta años se les conoce en China como ‘ramas secas’. Las mujeres solteras, en cambio, suelen tener estudios superiores y mayor poder adquisitivo. Pero tienen una presión aún mayor que los hombres para tener pareja.
Y un problema añadido. Con el empoderamiento femenino, las mujeres han abandonado el rol tradicional de ser exclusivamente esposas y madres, deciden emparejarse más tarde y algunas priorizan sus carreras a la vida familiar. Sin embargo, todavía no se contempla como una opción válida en la sociedad.
Las mujeres que pasan de los treinta sin pareja ni hijos son consideradas ‘sheng un’, lo que viene a ser traducido como ‘mujeres sobrantes’.