Carnaval
La muerte le sienta muy bien al Carnaval leonés
Más de 1.600 personas escenifican en las calles leonesas su apuesta por la fiesta con propuestas marcadas por el compromiso participativo de las comunidades educativas de los colegios y los colectivos sociales
Que el Carnaval de León iba en serio se empezó a notar apenas comenzado el desfile. Esperaban los reyes de León en la acera, con el infante entretenido en guerrear con los amigos, cuando Nairobi tomó el mando poco más allá de la entrada de Ordoño II. No hubo cámaras que la detuvieran, ni policías locales suficientes para frenar la procesión de monos de color rojo y caretas de Anonymous que asaltaron la semipeatonalizada avenida. Libró la jugada porque alguien avisó de que en el antiguo palacete encuadrado entre las calles Villafranca y Capitán Cortés ya no está desde hace años el Banco de España. Sin nada que asaltar, los cerca de 150 discípulos de La Casa de Papel , entrenados en la Infinity Dance Studio, alertados de que «empieza el matriarcado», no pararon de bailar por todo el centro de León como prólogo de las más de 1.600 personas que conformaron el cortejo carnavalero de la capital leonesa.
Infinity Dance Studio llevó La Casa de Papel a la calle. RAMIRO
Había avisado Óscar Álvarez, que mueve los hilos de las fiestas del consistorio, de que la policía tenía «orden de disparar» si se paraba el desfile con cualquier intromisión, da igual para entrevistas que para selfies . La amenaza se hizo correr por el cortejo, que tomó carrerilla con La selva de las escuelas infantiles municipales, se embaló con una Gorda al trote , giró en redondo para ver a las Damas de las siete caras y los Reyes del cielo e hizo un inciso para que una participante cuestionara si reciclamos. Al ritmo que iba, Los Olímpicos hicieron una demostración, por si el coronavirus para la cita de este verano en Tokyo, y pasearon una piscina rodante sin que nadie se tirara desde el trampolín.
Por detrás, cogieron aire los jubilados y pensionistas de Santo Tomás, entretenidos con sus muñecas de trapo de toda la vida, seguidos por los cartoons con cabeza de cartón de Auryn y las Mandalorians y Baby Yoda , antes de que los Roller ninja de Villaquilambre metieran una marcha más al desfile. Al rebufo se apuntaron los vestidos rosas de la Ikas Dance y sobre todo la música ochentera de un grupo de chavales y sus familias; todo con un toque tan sicodélico que la gente empezó a ver seres mitológicos.
Los olímpicos se lucieron ayer en el desfile . RAMIRO
Para devolver el desfile a la tierra, la comunidad educativa de Luis Vives puso en escena la lucha por El renacer del urogallo , guiado por unos ritmos tropicales a cuya zaga se apuntaron Las Frutis . La tarde pedía juegos y Los Pacmaníacos de la asociación vecinal El Carrusel de Puente Castro resucitaron el videojuego de cuando había salas de máquinas fuera de casa, mientras los pensinistas de Apeju exhibían sus trucos de tahúr y sus bailarinas del lejano oeste. La timba estaba montada, como pusieron de manifiesto un poco más atrás los integrantes del colectivo La Poza con sus mesas de black jacky su invitación al juego responsable.
Ritmo acelerado
Pero antes hubo guiño para el carnaval más canalla en el desfile. Lo puso, otro año más, la asociación San Miguel de Vendimias. Los de Ardoncino vistieron a las mujeres de guardias civiles y a los hombres de manolas para sacar a Franco del Valle de los Caídos y pasearlo con el ataúd abierto, lo que le permitió levantarse de vez en cuando para echar una caña, sin que la familia real que le escoltaba pusiera orden ninguno. Cómo estaría la juerga que por detrás se abrió la puerta de Alcalá para que se viera a las Mujeres Progresistas de San Andrés lucir los nardos y bailar el chotis.
Las damas de las siete caras. RAMIRO
No había terminado de pasar aún el Templo de Vespa del colectivo Peña la Corona cuando, mitad Frozen mitad aviso a navegantes, el ampa de Lope de Vega advirtió de que se congela por si alguien lo quiere apuntar. Fría se puso la tarde. A pesar de que por medio se colaron Blancanieves y los siete enanitos, los Dragones sin mazmorras de la asociación Entre amigos cazurrines y La magia de las estaciones , la comunidad educativa de Ponce dio la bienvenida al polo con gran un vestuario de inuits muy logrado.
En la calle
Hubo espacio para la reivindicación de la asociación Awen LGTBI con sus gaysper, para las medusas de La Patrulla Marina , para el atracón de chuches y para que los padres y alumnos de Quevedo hicieran honor a quien le da nombre al centro y llenaran la calle de cuentos y para Los Reales del Bernesga . Quedaban aún como cierre dos de los grupos más numerosos. Como si saliera de la película Bajo el volcán, la comunidad educativa de San Claudio, siempre innovadora, apostó por la fiesta del Día de los Muertos con una explosión de katrinas y escenografía mejicana que daban ganas de no morirse nunca. La tarde ya se había vuelto noche cuando la cabalgata se subió a las ruedas de los Roller in Line, convertidos en los legionarios que asentaron León en el mapa, para que el Carnaval no pare al menos hasta el miércoles.
Los Cartoon de Auryn. RAMIRO