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Salud

Los cigarrillos electrónicos son tóxicos, según la Separ

La directora de Salud Pública, Pilar Aparicio, subraya que la investigación tiene una base científica «muy importante»

Publicado por
León

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La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) ha publicado la ‘Declaración oficial de Separ sobre cigarrillos electrónicos y los dispositivos que calientan pero no queman tabaco’, en la que se concluye, tras revisar la evidencia científica actual, de que estos dispositivos son «tóxicos» para la salud.

Se trata de un trabajo que, a juicio de la directora general de Salud Pública, Calidad e Innovación del Ministerio de Sanidad, Pilar Aparicio, tiene una base científica «muy importante» y demuestra que tanto los cigarrillos electrónicos como los dispositivos que calientan tabaco, como el ‘Iqos’, son «dañinos» y conllevan un riesgo a largo plazo para la salud.

«Agradecemos que las sociedades científicas nos den la base para avanzar en la lucha contra todas las formas del tabaco. Necesitamos seguir avanzando en regular tanto el tabaco convencional como estos dispositivos que son un peligro para la salud», ha recalcado Aparicio.

Actualmente en España, según los últimos datos de la Encuesta sobre el uso de Drogas en Enseñanza Secundaria (Estudes), el 48,4 por ciento de los jóvenes, principales consumidores de los cigarrillos electrónicos y el ‘Iqos’, los ha utilizado en alguna ocasión, y el 37 por ciento en el último año. Además, de cada diez estudiantes que han fumado en alguna ocasión, ocho de ellos han utilizado cigarrillos electrónicos, y de cada diez que nunca han fumado, tres los han usado alguna vez en su vida.

En cuanto al ‘Iqos’, se calcula que en España hay unas ventas acumuladas de 100.000 unidades y, según la compañía que los fabrica, ya lo utilizan más de cinco millones de personas en todo el mundo. Precisamente sobre este producto se ha referido el coordinador del área de Tabaquismo de SEPAR, Jaime Signes-Costa Miñana, quien ha comentado que la «mayoría» de los estudios realizados sobre el mismo han sido pagados por la industria tabacalera y que los trabajos independientes han demostrado que aumenta el estrés oxidativo, la inflamación y fomenta la aparición de infecciones.

El experto ha dicho que es probable que la emisión de tóxicos sea menor que la de los cigarrillos convencionales, «sí es seguro» que la inocuidad a corto, medio y largo plazo «no está garantizada». Al mismo tiempo, se ha comprobado que existe un riesgo para las personas, especialmente los menores, que inhalen de forma pasiva el humo.