Símbolos inquietantes

alfonso garcía

El mundo de los símbolos es, además de muy atractivo, enriquecedor. Solo habría que recorrer, por la cercanía, varios monumentos emblemáticos de la provincia –hay algunas alusiones a ellos en este libro- para corroborarlo, como lo hiciera en 1988 el hermoso libro de Félix C. Fernández El libro de las maravillas y los monstruos en León. «Nuestro lenguaje –escribe en la Introducción el autor del libro ahora propuesto a la lectura- mantiene, todavía hoy, expresiones calificativas que se inspiran en las asociaciones simbólicas de ciertos animales para alabar, afear, ensalzar o menospreciar determinados comportamientos humanos».

Estos saberes y decires, que nos llegan desde tiempos muy remotos, se expresan aquí en hermosas, inquietantes, sugerentes siempre desde luego, manifestaciones plásticas, que tuvieron especial cabida durante la Edad Media y especialmente en la arquitectura del momento, la religiosa de forma especial. Y, sin embargo, la interpretación no es tarea fácil, por compleja. «El libro –explica Agudo Villanueva- se compone de nueve bloques y un epílogo dedicado a las figuraciones animales del diablo y el infierno, un tema extraordinariamente amplio del que no hemos podido más que dejar unas pocas pinceladas para que el lector curioso pueda ampliarlas si lo considera oportuno. Cada bloque agrupa una serie de animales en función de su parecido formal o de cierta coherencia de significado. La agrupación no obedece, en ningún caso, a criterios biológicos, sino al tratamiento que estas criaturas han recibido de parte de las fuentes históricas».

Un viaje curioso pero hermoso por todos estos valores, representaciones y significados que, en el fondo, son parte de nuestras propias preocupaciones permanentes.