Omaña y Luna da alas a su variedad

En todo el planeta suman 150.000 especies, de las cuales 4.800 están presentes en España. De todas ellas 243 son diurnas y el resto son polillas o mariposas nocturnas. La Reserva de la Biosfera de Omaña y Luna, en su empeño por poner en valor todos sus recursos naturales, emprendió en 2017 el proyecto de Inventario, atlas y definición de áreas de especial interés para las mariposas diurnas con el objetivo de contribuir a aumentar el conocimiento de este grupo faunístico en el territorio y en su contexto de la Cordillera Cantábrica. Como resultado de este proyecto se editó la guía de mariposas diurnas de la reserva de la biosfera para difundir e interpretar estos pequeños tesoros de la naturaleza, contribuyendo a su conocimiento por un mayor número de personas, facilitando el incremento del interés por su observación, estudio y conservación.

En total, en la reserva se identificaron 130 especies diurnas, que representan el 53% de las que sobrevuelan el territorio nacional. Entre todas ellas, destacan la olmera (Nymphalis polycholores) como vulnerable a nivel europeo, la blanca escasa (Pieris ergane) por su rareza en España, la montañesa gigante (Erebia palarica) y la morena española (Aricia morrenensís) por endemismos cantábrico e ibérico, respectivamente, y la docella oscura (Melitaea diamina) por su escasez y grado de amenazas a nivel europea.

La reserva también a alberga 577 especies de mariposas nocturnas, el 55% de todas las especies de la provincia de León y el 34 % de todas las de la Península Ibérica

Un hecho relevante que se extrae de este proyecto es que trece especies que habitan en la provincia de León solo se encuentran en la Reserva de la Biosfera de Omaña y Luna, y para cuatro de ellas es el único lugar donde poder observarlas de toda Castilla y León.

FOTO: DAVID CÉSAR MANCEÑIDO

Como hechos curiosos hay que destacar que no todas las polillas vuelan de noche, algunas, como el género Bembecia imitan a las avispas, aunque son inofensivas, y vuelan de día. Otras, como el género Zygaena acumulan cianuro en su organismo, son tóxicas si se ingieren, y vuelan durante el día con sus colores llamativos de advertencia.

El método de muestreo utilizado para identificar todas estas mariposas ha consistido en la instalación de una trampa tipo ‘heath’ en una malla de cuadrículas UTM de 10 x 10 km, un total de 13 cuadrículas, cada una con un voluntario responsable de hacer los muestreos una vez al mes, de marzo a noviembre.

Complementando la actividad principal de muestreo la reserva de la biosfera ha realizado acciones encaminadas a generar conocimientos compartidos.

Al inicio del proyecto se realizaron dos talleres para construir las trampas y hacer una formación básica para el correcto manejo de las muestras con los voluntarios y el especialista. Estos talleres también sirvieron para ir creando el grupo de trabajo.

En Omaña y Luna está presentes una amplia diversidad de hábitats idóneos para las mariposas. Cuenta con importantes extensiones de terreno en excelente estado de conservación con una gran riqueza florística, lo que favorece la presencia de un elevado número de especies.

FOTO: DAVID CÉSAR MANCEÑIDO

En la guía, se pone de manifiesto que las mariposas son piezas clave en el funcionamiento de cualquier ecosistema en el que se encuentran. Primero por la polarización, una función primordial de los lepidóperos adultos, sobre gran número de especies vegetales con flor, permitiendo que estas plantas desarrollen sus frutos y semillas. Otro de los beneficios de las mariposas es su aportación en la cadena trófica, ya que son una fuente de proteínas esencial para una gran cantidad de especies animales, por lo que tienen numerosos depredadores que difícilmente podrían existir sin ellas como arañas, mantis, ciertas especies de chinches, moscas, avispas y escarabajos, entre los invertebrados, y distintas especies de anfibios, reptiles, aves y mamíferos, entre los vertebrados.

El estudio destaca además el papel de estos insectos como herramientas para la conservación, ya que al estar repartidas por el planeta han sido reconocidas como buenos indicadores de la salud de los ecosistemas debido a su sensibilidad frente a los cambios ambientales, como cambios en la vegetación, uso del terreno, clima y microclima. Además, su biología, ecología y requerimientos de hábitat están bien documentados. Por ello, han sido propuestas como indicadores para evaluar la diversidad total de un área y como grupo paraguas para la conservación. Para poder utilizarlas más eficazmente como herramientas de gestión de cara a la conservación de espacios naturales, es necesario conocer la distribución de las distintas especies de la manera más real posible.

 

COLABORACIÓN CON LOS ANCARES

En este año 2020 Omaña y Luna inicia otra fase del proyecto cumpliendo el objetivo de compartirlo y replicarlo en otras reservas de la biosfera de la red española y especialmente de la provincia de León. Así se inicia una colaboración con la Reserva de la Biosfera de Los Ancares Leoneses. En ella, Omaña y Luna asumirá el trabajo de información y coordinación científica gracias a su conocimiento y experiencia previa y el desarrollo de la metodología necesaria, mientras que de los Ancares Leoneses organizará la aplicación del proyecto en el territorio a través de sus voluntarios.

Esta supone la primera colaboración oficial entre dos reservas de la biosfera de la provincia a través de un proyecto de ciencia ciudadana que implica la participación de los habitantes del territorio en actividades de investigación científica.