Los campanarios tocaron a Resurrección en los pueblos

Siguiendo las recomendaciones de la Conferencia Episcopal, buena parte de las parroquias de las localidades de la provincia hicieron repicar sus campanas en la mañana del Domingo de Resurrección. Isidoro García Chico se encargó de hacerlo en Benavides de Órbigo, aprovechando las excelencias del sol de la mañana. «Una de las campanas pesa 1.600 kilos y la otra 1.200, pero lo llevamos lo mejor que podemos», aseguró antes de hacer tañir los primeros sonidos. No es el primer día que se sube al campanario: «No hay sistema eléctrico para voltear las campanas, hay que hacerlo a mano». Y así lo lleva haciendo toda la semana a las 20.00 horas.

Como culminación de una Semana Santa marcada por las suspensiones de los actos, la Conferencia Episcopal Española invitó a que todos los templos hicieran sonar sus campanas ayer a mediodía, como gesto que busca «acompañar la soledad de miles de personas que han fallecido y mostrar esperanza y consuelo a sus familiares».

CARTA EJECUTIVA

A través de una carta, la Comisión Ejecutiva del órgano episcopal, pidió a los prelados que anuncio de la Pascua se hiciera «llegar con múltiples testimonios e iniciativas. Deseamos pregonarlo, aun con lágrimas en los ojos», señalan. «La expresión mayor del drama que estamos viviendo es la muerte de miles de personas en soledad y, a veces, en la desesperación y falta de consuelo de sus familiares».

«La Iglesia es depositaria de la esperanza que brota de la fe en Cristo muerto y resucitado y se comparte en la caridad. Tocamos las campanas para ofrecer esta esperanza a quienes hoy más la necesitan», subrayan los obispos.