Una boda de balcón y alcahuetes los vecinos
Una pareja de Toreno que tuvo que anular su boda a causa del coronavirus se casa por todo lo alto y por sorpresa con un plan secreto y bien atado, orquestado por su vecindario
Anillos hechos con alambre. FIRMA
Cristina y Marco tenían todo listo para casarse el sábado 2 de mayo en Toreno, pero el coronavirus se lo impidió. No pudieron materializar sus planes y el enlace tendrá que esperar hasta el 24 de octubre. No obstante, sus vecinos no quisieron que el día pasara sin pena ni gloria y una semana antes empezaron a orquestar un plan secreto que terminó en boda. Los novios no lo sabían, pero se iban a casar y lo hicieron en el balcón. El vecino de arriba ofició el enlace, en la calle no faltó una bailaora y también hubo quien tocó el acordeón.
Todo empezó a las 14.00 horas con una invitación en el felpudo. Cristina y Marco estaban convidados a su propia boda. Del piso superior al suyo bajó el ramo de novia y también a su puerta llegaron un par de anillos hechos con alambre, una tarta y dos copas personalizadas. Todos los vecinos estaban vestidos para la ocasión, los balcones engalanados y la familia de los novios presente a través de las redes sociales. La fiesta se alargó hasta las dos de la madrugada.
«Nunca olvidaremos ese día. Fue impresionante. No faltó detalle, incluido un libro de firmas con las huellas de todos», recuerda la novia, todavía emocionada. Los alcahuetes han sido los vecinos de las ocho viviendas más próximas, con quienes han estrechado lazos gracias al confinamiento y quienes se han convertido ya en parte de la familia. De hecho, no estaban invitados a la boda original, según reconoce la novia; pero ahora tendrán que buscar traje y guardar la fecha del 24 de octubre. Lo del sábado fue el calentamiento.