Innovación
El virus trae la casa del futuro
La Dirección General de Vivienda de la Junta lanza una encuesta para conocer cómo se adaptan las viviendas actuales a las necesidades de sus propietarios tras pasar el confinamiento
La Dirección General de Vivienda, Arquitectura y Urbanismo de la Junta de Castilla y León, con la colaboración de los colegios de arquitectos de Castilla y León, ha elaborado una encuesta para conocer si durante el estado de alarma y el confinamiento las viviendas se han adaptado a las necesidades de los inquilinos.
«Convencidos de que la situación excepcional que vivimos nos va a permitir reflexionar y tener datos sobre cómo son nuestras viviendas y qué tal se adaptan a nuestras necesidades», explican, «mejorar la calidad de las actuaciones en el parque de viviendas existentes y nuevas, y en nuestros entornos construidos».
En el cuestionario, que se responde en veinte minutos, se pregunta por el sexo, edad, estudios, situación laboral tras el Covid, número de personas trabajadoras que viven en el hogar, ingresos, las personas que viven la vivienda, si el hogar está adaptado para el teletrabajo y la valoración del espacio, medios digitales, espacios dentro de los domicilios.
Mejorar la calidad
El coronavirus cambia la forma de vivir. La obligación de permanece en casa, encerrados, sin posibilidad de disfrutar de la calle y el aire libre, ha dejado en evidencia que la mayoría de las casas no están pensadas para hacer la vida confortable. Sin espacios al aire libre, con poco metros cuadrados y, en la zona rural, sin acceso a internet en el 20 % de las viviendas en un tiempo que se adapta a nuevas formas de trabajo.
Internet es la tabla de salvación para aminorar los efectos devastadores del confinamiento en el mundo laboral, una experiencia masiva de teletrabajo, la tele-asistencia médica, la educación a distancia, la comunicación social o un acceso a la cultura y al entretenimiento de calidad. Todo en un pequeño espacio en el salón de la casa, donde se han trasladado durante tres meses los lugares de trabajo.
Pero el espacio hay que repensarlo. El coronavirus ha cambiado muchas cosas y, entre ellas, la necesidad de buscar espacios más habitables, sostenibles, confortables y que se adapten a las necesidades que marca el ritmo del cambio que se avecina.