¡A por la cima!
Definitivamente he optado por la cima. Aunque los partes meteorológicos no acaban de confirmar una ventana clara, veo unos indicios de mejoría del tiempo entre los días 30 y el 31 de mayo que me permiten ser optimista y arriesgarme. Así, el 27 subiré al Campo 2, a 6.400 metros altura, donde esperaré las condiciones favorables para atacar la cima. Soy consciente del riesgo que corro con esta decisión: los vientos siguen siendo altos —sobre los 60 kilómetros por hora— y las temperaturas se mantienen en torno a los 23 grados bajo cero. Aunque la mitad del campo base ya ha desistido y por la cara norte no queda ya ninguna expedición, yo seguiré adelante.
Soy muy cabezota, lo sé, pero mi corazón leonés no permite abandonar sin antes haberme batido en duelo con la gran montaña. Espero que la diosa Chomolungma sea benevolente conmigo y me deje coronar su blanca cima, la más alta de la Tierra.
Y, por el momento, no tengo mucho más que contar. Mis compañeros de cordada, con los que comparto permiso de escalada (el aragonés Carlos Pauner y los mallorquines Juan Olivieri, Tolo Calafat y Tolo Quetglas) han decidido abandonar. Mi corazón se ha entristecido profundamente al conocer su decisión, que no dudo que sea la más acertada. Pero verles partir es como si todo se acabara aquí arriba, al pie de la cascada de hielo del Khumbu.
Por cierto, la cascada es cada día más inestable y, por ello, también más peligrosa. El último alud se llevó un par de escaleras. Aún así, quiero seguir adelante y llevar la bandera de León arriba del todo, a lo más alto. Las próximas comunicaciones ya serán telefónicas y espero que positivas. / JESÚS CALLEJA
*La siguiente comunicación de Jesús Calleja con el periódico fue vía telefónica el 30 de mayio de 2005, pero no para mandar la crónica, como hacía a diario, sino para contar que había llegado a la cima del Everest. Envió las fotos, una de ellas posando en la cumbre con el logo del Diario de León. Ese día, ocupó la portada del periódico. Una gesta que se merecía una gran noticia