«No quiero tirar la toalla»
Queridos lectores, de nuevo os escribo desde el campo base. Me gustaría no haberlo hecho tan pronto, pues os prometí que la próxima vez que escribiera sería a mi vuelta del ataque a cima, pero por desgracia para todos los expedicionarios que estamos en el campo base, no hemos tenido la menor oportunidad. Las condiciones climáticas son un auténtico desastre.
La famosa jet strem —corriente a chorro—, se ha desplazado completamente hacia el Everest. Que nieve más o menos, es menos importante que el viento. Para que os hagáis una idea, los vientos que están soplando a partir de 8.000 m son superiores a los 100 Km/h, teniendo su pico máximo el próximo día 24 y 25, con 170 Km/h. Si a esto le sumamos que las temperaturas según las previsiones, estarán entorno a los –35C, la sensación térmica a la piel está por debajo de los –110ºC. A esta temperatura no existe ropa ni nada que evite que uno se congele completamente.
Al día de hoy por la cara sur nadie ha subido a la cima aunque lo han intentado de una manera suicida los coreanos, que al final, han quedado atrapados en el campo IV en unas condiciones infernales. También un grupo de sherpas canadienses, rusos y un español del valle de Arán lo han intentado llegando un poco más arriba del campo IV, quedando agotados en el intento, regresando al campo II, y retirándose definitivamente. No sólo por las temperaturas y vientos, si no también porque el gran espesor de la nieve caída hace intransitable la ruta, necesitando que se unan muchos sherpas para que este año se pueda abrir una huella a cima. También lo intentaron dos brasileños muy fuertes, y tuvieron que abandonar en las bandas amarillas a 7.500 metros.
Por la cara norte parece que hay mejores condiciones y hay un serio intento a cima de un grupo internacional de alpinistas, aunque el grupo de catalanes se ha tenido que dar la vuelta por el intenso frío. Conclusión: Es día 21 de Mayo y el año pasado ya se había cerrado todos los campamentos y había muchas cimas, pero este año nadie ha subido, y ni tan siquiera acercado a la cima. Ya son cuatro los muertos y varios los heridos, además que más de la mitad de los expedicionarios se han retirado, y sólo quedamos los mas nostálgicos que nos negamos a abandonar el campo base sin una mísera oportunidad.
Me hubiera gustado demostrarme a mí mismo que tengo muchas posibilidades de subir esta montaña. Me he encontrado muy fuerte y muy bien aclimatado, y no he necesitado usar oxígeno, aunque he decidido utilizarlo a dudas a partir de 8.000 metros pues el frío este año es tan intenso que de no usarlo sería imposible llegar a la cima. Pero la sensación que tengo, es de un vacío, y de una impotencia por tener dos hasta los 8.000 m, y ni siquiera poder hacer un intento de ataque, porque no ha existido una pequeña ventana de 15 horas de buen tiempo.
Aun así no tiro la toalla. Lectores, familiares, y amigos lo intentaré hasta el final, y seré el ultimo en salir de aquí, pero perdonadme si no consigo la cima, pues la diosa Sagarmatha es muy posible que no nos deje tocar su cabeza. Mis recuerdos a Álvaro: ¡Feliz boda, amigo! / JESÚS CALLEJA