Fin del estado de alarma
Plena movilidad y prudencia desde el domingo en Castilla y León
Castilla y León tendrá hoy su decreto ley para la nueva etapa de la desescalada sin ninguna restricción a la movilidad a partir del domingo, sin «temor» pero con la «prudencia» y «determinación para poner las vidas por delante de cualquier otro tipo de interés» y que no haya otros 3.400 muertos en la Comunidad.
«No somos temerosos, somos prudentes» y nuestra «prioridad es salvar el mayor número de vidas y evitar una situación» como la que se ha dado en los meses anteriores en la que han fallecido 3.400 personas, reflexionó el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, en rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno. El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco anunció ayer la aprobación de las normas que regirán esa nueva normalidad a partir del día 21, cuando acabe el estado de alarma.
La incidencia acumulada de casos por PCR en los últimos siete días por cada 10.000 personas es de 0,60, que «llama a la tranquilidad» pero «sin bajar la guardia», explicó Igea, mientras que la consejera de Sanidad, Verónica Casado, insistió en esa prudencia a tenor de los brotes en China y Alemania.
Un Consejo de Gobierno extraordinario cerrará hoy esas condiciones de nueva normalidad en la Comunidad, de las que ha trascendido que en el caso de que haya que desescalar por algún brote que pase a ser de transmisión comunitaria se hará por zonas básicas de salud y en el caso de las capitales el ámbito del «cierre» será el municipio.
Ayer por la tarde hubo una reunión con la Federación Regional de Municipios y Provincias, puesto que muchas de esas medidas les afectan de lleno, y con lo hablado en el consejo de directores generales de salud pública se elaborarán las medidas para esa nueva etapa en la Comunidad.
Castilla y León no tiene «ningún instrumento ni intención de restringir la movilidad», y en ese decreto ley lo que se hará es plantear los casos especiales, en caso de que haya algún brote, sostiene Igea.
Ese es el patrón para la nueva etapa de control e identificación de los contagios para evitar que sean de transmisión comunitaria, para lo que la Junta ya tiene cerrados equipos de protección por 90 millones de euros y 400 respiradores. «Todas esas cosas que nos hicieron sufrir a todos están garantizadas», defendió la consejera de Sanidad, mientras que Igea precisó que la Comunidad está preparada sanitariamente para un posible brote aunque otra cosa es que lo esté «anímicamente» «para volver a confinarse en dos semanas», si se diera el caso.
La sanidad regional está «muy atenta, prudente y alerta» de la mano de los «expertos», que no de los «alcaldes» para hacer una planificación «muy seria» en las UCIs y en los estándares de calidad, ha explicado la titular de Sanidad. Uno de los puntos de cara a ese rebrote que Casado ha confiado que no llegue es la formación de las enfermeras para que tengan la cualificación que se requiere en la atención a críticos en las UCIs. Igea ha reconocido que quizá se han podido cometer algunos errores, desde el punto de vista de la comunicación, y se ha referido a que la gente «no ha visto el dolor ni los cadáveres».